Así lo ha asegurado el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, durante su intervención en la comisión de investigación del Congreso sobre la crisis financiera y de las cajas de ahorro, que derivó en el rescate de 41.300 millones de euros concedido por la Unión Europea en 2012. Aunque las ayudas públicas a la banca ascendieron a 76.000 millones de euros, aproximadamente.
Linde considera que dejar caer a las cajas de ahorro hubiese sido una decisión "insensata" en términos económicos y hubiese conllevado un coste "mucho mayor" al de no rescatar a las 14 entidades de capital que recibieron ayudas públicas.
En esta línea, ha insistido en que no rescatar a las entidades hubiese supuesto un "desastre absoluto y una hecatombe económica", en términos de PIB, de pérdidas para los depositantes y de destrucción de empleo.
No obstante, Linde ha asegurado que desconoce cuál será el importe final neto del rescate bancario, puesto que depende de cómo venderá y liquidará el Estado sus propiedades, entre las que se encuentran sendas participaciones en Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN). "No sabemos el coste final neto", ha asegurado.
En este punto, ha indicado que la parte de deuda pública atribuible al rescate, el 4,6%, es "prácticamente igual" al de la media de la Unión Europea, aunque ha reconocido que el importe neto sobre PIB del rescate se sitúa dos puntos porcentuales por encima de la media comunitaria.
En el informe del organismo publicado en junio, el Banco de España estimó que tan solo se recuperarían algo más de 16.000 millones de euros, del total de 76.000 millones de las ayudas concedidas durante la crisis a un total de 14 entidades de capital.