El Gobierno británico rechaza las voces que abogan por un segundo referéndum sobre la salida de la UE
El Gobierno del Reino Unido ha rechazado de plano los llamamientos de diferentes sectores políticos para que la salida del país de la Unión Europea, prevista para marzo de 2019, sea sometida a un segundo referéndum.
El debate nacional sobre la retirada británica del bloque comunitario, acordada en el plebiscito del 23 de junio de 2016, ha resurgido con fuerza ante la complejidad que plantea el proceso negociador entre Londres y los Veintisiete.
Desde Bruselas, los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, abrían la puerta a que el Reino Unido continúe dentro del bloque común al tiempo que la Ley para la retirada del país de la UE se debate en los Comunes.
Tusk recordó que el propio David Davis, ministro británico para el "brexit", dijo que "si una democracia no puede cambiar de idea, deja de ser una democracia" y reiteró que el "corazón" de la UE sigue "abierto" a los británicos.
En esa misma línea se expresaba también Juncker, convencido de que todavía hay tiempo para evitar que se ejecute el divorcio.
"El presidente Tusk ha hecho algunos comentarios sobre el 'brexit'. Ha dicho que nuestras puertas se mantienen abiertas. Espero que se escuche claramente en Londres", dijo el luxemburgués.
El debate sobre el "brexit" en el Reino Unido lo reavivó hace unos días el polémico Nigel Farage, exlíder del eurófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y una de las figuras más visibles en la campaña previa al referendo, favorable a la salida.
Con influyentes opiniones pese a no ocupar actualmente ningún cargo político, Farage admitió que "tal vez" este país debería convocar un nuevo plebiscito, convencido de que en ese caso el porcentaje reafirmaría el "brexit" y acallaría de una vez por todas a sus detractores.
Por su parte, el titular británico de Exteriores, Boris Johnson, rechazó también esa posibilidad en una entrevista divulgada hoy por el diario The Guardian, en la que defiende que "no debería" haber otra consulta.
El político tory, otro de los grandes abanderados de la marcha de la UE, recordó además que el país acaba de convocar esa votación, que "causó mucho dolor e introspección".
"Pienso que, si hubiera otro referéndum -y opino que no debería haberlo-, el resultado sería más o menos el mismo, o un resultado más decantado a la salida", declaró el jefe del Foreign Office.
La posición oficial del Ejecutivo de Theresa May no ha variado y un portavoz de Downing Street -su despacho y residencia oficial- insistió hoy, en declaraciones a Efe, en que "no va a haber un segundo referendo sobre el 'brexit".
La líder tory ha argumentado que un nuevo llamamiento a las urnas sobre la permanencia en la UE supondría una traición a los votantes y derivaría en un mal acuerdo con Bruselas. Entre los conservadores, tan solo un 36 % es favorable a otra convocatoria.
También el principal partido opositor, el Laborista, ha descartado promover esa consulta, al señalar su líder, Jeremy Corbyn, que "no apoyan ni llaman a un segundo referendo", sino que quieren "un voto significativo en el Parlamento" sobre los términos de la futura salida.
Entre las voces más recientes que han urgido a celebrar el segundo plebiscito figuran el exprimer ministro laborista Tony Blair, el exlíder del Partido Liberal Demócrata Nick Clegg y el presidente de la organización "Best for Britain" (Lo mejor para el Reino Unido), Malloch Brown.
En este clima de debate, una nueva encuesta divulgada hoy, realizada por BMG Research para el centro de estudios Left Foot Forward, revela que el 57 % de los británicos apoyaría un segundo referéndum si las negociaciones concluyen sin un acuerdo comercial.
Por contra, otra encuesta difundida el pasado día 12 por la firma ComRes para el tabloide "Daily Mirror" revelaba que un 55 % de británicos respaldaría ahora la opción de continuar dentro de la UE frente a un 45 % que apostaría por el "divorcio".
El 23 de junio de 2016, el Reino Unido votó a favor de abandonar la UE con el 52% de los votos, frente a un 48% que apoyó la permanencia en el bloque comunitario.