El Gobierno y el PSOE han acordado fijar el objetivo de déficit de las autonomías en el 0,6 por ciento del producto interior bruto (PIB) para 2017, porcentaje que será aprobado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), pese a que algunas comunidades socialistas apuestan por elevarlo al 0,7 por ciento.
Fuentes socialistas han confirmado a Efe este acuerdo, que han vinculado con un paquete de medidas más amplio, en el que se incluiría además una subida del salario mínimo interprofesional, entre otros temas. Las mismas fuentes han recalcado que la aceptación de este porcentaje, así como el acuerdo en torno al aumento del salario mínimo interprofesional, no anticipa ningún pacto o acercamiento sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado ni sobre el techo de gasto.
Es más: los negociadores socialistas han trasladado al Gobierno en las últimas conversaciones que, si el Ejecutivo no altera el techo de gasto previsto, su voto será en contra. Así que, tras varias reuniones, el Gobierno, representado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, propondrá que las comunidades se ajusten el año que viene a un déficit del 0,6 por ciento del PIB, lo que supone varios miles de millones de euros más en las arcas autonómicas.
Las comunidades gobernadas por el PSOE se abstendrán en la votación, lo que garantiza que la cifra vaya en próximas fechas al Congreso para que se apruebe. Los gobiernos autonómicos, además, contarán con el referente principal para hacer sus presupuestos del año que viene. Cada comunidad dispondrá de más dinero en 2017 (algunos consejeros como los de Castilla-La Mancha, Andalucía o Asturias la han concretado), que destinarán a políticas sociales, especialmente a Sanidad.
Las fuentes consultadas han recordado que el 0,6 por ciento del PIB es el umbral de déficit que ha ofrecido el Gobierno al no poder concitar el pacto en el 0,5 por ciento, que era su propósito inicial. Al mismo tiempo, el PSOE ha aceptado el 0,6, porque tampoco podía atraer el consenso a su idea: situar el déficit en el 0,7. De hecho, como han explicado consejeros de los gobiernos socialistas antes de acudir al Consejo, el planteamiento del PSOE consistía en que las dos décimas de flexibilización que había autorizado la UE recayeran íntegramente en las comunidades, cuyos presupuestos son los que más han acusado la época de crisis.
Se consigue así "un acuerdo razonable" vinculado al aumento del salario mínimo interprofesional. Acuerdo que se ha fraguado en la víspera del Consejo después de varias reuniones de Montoro con el PSOE y con los presidentes y consejeros autonómicos. Tal y como han subrayado estos días fuentes gubernamentales, el objetivo pasaba por llegar al Consejo con un acuerdo cerrado. Aunque las comunidades del PSOE, antes de la reunión, seguían insistiendo en la idoneidad de un déficit colocado en el 0,7 por ciento del PIB, diversas fuentes de las consejerías autonómicas daban por hecho que la cifra que saldría sería la del 0,6.