La deuda de la Seguridad Social roza la cifra de los 100.000 millones de euros. Según los datos del Banco de España, la cifra alcanzaba los 93.854 millones a cierre de noviembre del año pasado. Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno, el repunte es de un 170%.
Con el Ejecutivo de Mariano Rajoy el incremento del pasivo también fue muy significativo, pero es que el Gobierno de Sánchez ha acentuado y acelerado más incluso esta evolución.
Desde el Ministerio de Seguridad Social señalan que los gastos derivados de la pandemia son clave en el incremento, aunque ya antes del coronavirus las cifras crecían con mucha fuerza, y para muestra, un ejemplo: desde el mismo momento en el que Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa y el cierre de 2019, el aumento de la deuda supera los 20.000 millones.
Los créditos por parte del Estado son un factor clave en el repunte de la deuda de la Seguridad Social. El Gobierno ha recurrido a este ingreso para hacer frente a sus obligaciones, entre las que están las pensiones, y aún así no es suficiente. Además, el Ejecutivo no puede acudir al Fondo de Reserva, que ya está prácticamente agotado después de que se vaciase la hucha de las pensiones que llegó a tener más de 66.000 millones.
Desde el ministerio que dirige Escrivá recuerdan que se va a llevar a cabo una "auditoría sobre la financiación de los gastos de naturaleza contributiva y no contributiva de la Seguridad Social". En enero, el Ejecutivo deberá encargar la elaboración de este informe y analizará "el período comprendido entre los años 1967 y 2019".
Deuda del conjunto de las Administraciones
Los datos que ayer publicó el Banco de España también muestran que la deuda del conjunto de las Administraciones es de 1,426 billones de euros. Es previsible que en diciembre se produzca un nuevo repunte y 2021 se cierre con un nuevo hito. La mayor parte del pasivo corresponde al Estado, que ya partía de una cifra muy elevada.
El Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han pedido al Ejecutivo un plan de reducción de deuda a medio plazo que sea "fiable" y "factible". Sin embargo, el Ministerio de Hacienda considera que no es el momento "óptimo" para hacerlo.