Madrid | (Publicado 18.06.2019 20:39 )
Sus 100 invitados disfrutaban de la comida y la novia le pidió a dos de sus primas que la acompañasen al baño. Su vestido de novia era muy voluminoso, por lo que necesitaba ayuda.
Y en ese momento. Agentes de la Guardia Civil junto a dos civiles sacaron una identificación les dijeron: "Somos de la Agencia Tributaria. Hemos venido a embargar su boda". Según supieron después, tenían que embargar el pago de su boda porque su empresa de catering debía dinero a la Agencia Tributaria. Lo que sucedió a continuación fue la suspensión de la celebración, con un ataque de ansiedad de la novia y el enfrentamiento verbal del novio con la benemérita. Ni hubo tarta, ni cava, ni baile nupcial. Y la pesadilla continúo.
En Venecia en su viaje de novios recibieron el requerimiento para que retuvieran el pago y presentasen los papeles del contrato y la transacción. A su regreso les darían un número de cuenta para ingresárselo a Hacienda. Ahora los novios reclaman daños morales a la Agencia Tributaria por irrumpir en su banquete y una reclamación de responsabilidad patrimonial.