Este año se consolida oficialmente como el de la recuperación del sector hostelero. Lo había intentado durante 2022, que ya tuvo un impulso, aunque la guerra de Ucrania y el incremento generalizado de los costes de la energía y las materias primas no llegaron a consolidar esa recuperación porque impactaron de forma negativa en la rentabilidad. Pero este año se notan las ganas de viajar y el ahorro acumulado durante estos años de pandemia, así como el impulso del turismo, sobre todo el extranjero. El crecimiento anual este 2023 será seguramente de entre un 5 y un 10% según las estimaciones de Hostelería de España.
La primera mitad del año el incremento de todos los indicadores ha cobrado bastante fuerza respecto a 2022, pero se ha moderado el ritmo de crecimiento en la segunda mitad, según se iba afianzando la recuperación de los datos prepandemia. La facturación media hasta septiembre supone un aumento respecto al mismo período de 2022 de un 11%. El subsector de la restauración factura un 9,2% más, y el del alojamiento muestra un mayor impulso, de un 14,4%. El empleo también marca récord de trabajadores en cada uno de los meses de 2023, con el pico máximo en los meses de julio y agosto en que se han superado 1,9 millones de trabajadores.
"La hostelería vuelve a demostrar al cierre de año su enorme resiliencia, con un elemento definitivo que ha marcado la recuperación del sector, como es que no se ha producido crisis de confianza por parte de los clientes, pese a la pérdida de poder adquisitivo por el aumento generalizado de los precios, especialmente en los alimentos" ha asegurado José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España.
Preocupación de cara a 2024
Las perspectivas de cara al año que vienen caen levemente por el escenario actual, marcado por la estabilidad en la demanda, la evolución de la renta disponible de los hogares y el comportamiento financiero de las empresas. "Existen varios puntos críticos que pueden afectar a la demanda y a la evolución de los negocios hosteleros en el próximo año, como son la evolución del empleo, cómo impacte la subida de los tipos de interés, el contexto de incertidumbre internacional marcado por los conflictos geopolíticos, así como la evolución de los precios" afirma la organización empresarial.
"Por otro lado, se observa una tendencia de un cambio de modelo hacia un turismo más cualitativo, con mejores prestaciones, impulsado por el descenso de los consumidores de menor renta disponible, que se verá compensando con los de mayor poder adquisitivo, tanto por parte del cliente nacional como el extranjero". Así, las previsiones proyectan que la evolución de la actividad hostelera para el próximo año moderará su ritmo de crecimiento y aumentará entre un 2% y un 4% respecto a 2023.
José Luis Yzuel espera además que se aminoren los problemas que les acompañan: "Como es el crecimiento de costes elevado que se traslada a la cesta de la compra, las energéticas, gas... en fin, el coste salarial, que es algo que también ha crecido". A pesar de ello, mantiene buenas expectativas y cree que la hostelería seguirá tirando de la economía y del empleo.
