Estadística señala que en la estabilidad de la tasa interanual del IPC de agosto ha influido principalmente la menor subida de los precios de los carburantes, de los servicios de alojamiento y de los paquetes turísticos respecto al mismo mes de 2017 y la bajada del precio de los automóviles.
En sentido contrario, subieron los precios de la electricidad y las frutas recortaron sus precios menos de lo que lo hicieron en agosto del año pasado.
La tasa interanual de agosto es la vigésimo cuarta tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 2,2% superiores a los de hace un año.
Tras haber registrado en enero una tasa interanual del 0,6%, la más baja en 16 meses, el IPC interanual volvió en febrero a superar el 1%, tendencia que se mantuvo en marzo y abril. En mayo ya se alcanzó la barrera del 2%, a la que no se llegaba desde abril de 2017.
La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, bajó una décima en agosto, hasta el 0,8%, con lo que se sitúa casi 1,5 puntos por debajo del IPC general.
En el octavo mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 2,2%, una décima por debajo de la registrada en julio.