La tasa, adelantada a finales de julio por el INE, es la segunda más baja en lo que va de año -tras ese 0,4% de junio- y mantiene la evolución de los precios en mínimos de hace tres años.
En la evolución de julio, el tercer mes consecutivo en el que los precios aumentan por debajo del 1%, tiraron al alza los alimentos, con una subida del 0,9%, cuatro décimas más que el mes anterior, por los precios de las frutas.
También pesó el transporte, que aumenta su tasa anual cinco décimas, hasta el 0,5%, por el aumento de los carburantes y lubricantes frente al descenso del año pasado.
Del lado contrario, estuvo el grupo de vivienda, con un descenso del 1,7%, con los precios del gas estables frente a la subida de hace un año, y el menor incremento en los servicios de alojamientos.
En cuanto a la inflación subyacente -sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- se mantiene en el 0,9%, cuatro décimas por encima del IPC general.
En la comparación mensual, los precios de consumo registraron en julio una caída del 0,6%.
En esa evolución influyeron a la baja los precios de vestido y calzado, con un descenso del 12,6% propio de la época de rebajas, alimentos y menaje.
Frente a esto, subieron los precios de paquetes turísticos, electricidad, alojamientos o carburantes.
De vuelta a la tasa anual del IPC, aumentó en once comunidades autónomas en julio respecto a junio y se mantuvo en las seis restantes.
Los mayores incrementos se dieron en Baleares, Canarias, Castilla–La Mancha, Galicia, Murcia y Castilla y León, con subidas de dos décimas.
En cuanto al índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que permite realizar comparaciones internacionales- se situó en el 0,6%, la misma tasa que del mes anterior.
La variación mensual del IPCA supuso un descenso del 1,1%.