El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado que la propuesta europea a Grecia para llegar a un acuerdo sobre la deuda griega no implica recortes en salarios ni en pensiones, y que no se trata "de un estúpido paquete de austeridad".
"No hay recortes en salarios ni en pensiones en este paquete", sino que se incluyen medidas "para crear una mayor justicia social, más crecimiento y una administración pública más moderna y transparente", dijo Juncker en una comparecencia en la CE.
Su discurso no es una oferta y, de momento, no suena a un plan de futuro, sino a lamento "porque la Europa de la solidaridad, reconciliación y el entendimiento pareció desaparecer el sábado pasado entre juegos de póker mentirosos".
Ha asegurado que en las negociaciones "han dominado los juegos tácticos" y ha reconocido sentirse "afligido y traicionado por los esfuerzos puestos y por la dramatización de los desacuerdos que se ha hecho".
Juncker se ha preguntado "quién actúa así, haciendo este chantaje" y, en su respuesta, aunque no ha acusado directamente, parece apuntar al Gobierno griego. "El viernes por la noche se hablaba de negociar y ese ambiente se rompió por la decisión del Gobierno griego de convocar el referéndum", ha declarado.
El presidente de la Comisión Europea también ha afirmado que otros países como España han pasado por momentos difíciles y se ha referido a los ajustes que tuvieron que poner en práctica.