La banca acreedora y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) han llegado a un principio de acuerdo para inyectar en Abengoa de forma urgente 113 millones de euros. El siguiente paso es que el Comité de Riesgos de cada entidad aprueba el pacto.
Este dinero lo necesita Abengoa para pagar nóminas y a proveedores. Este acuerdo de liquidez iría acompañado de un plan de salvamento que podría incluir desinversiones de unos 3.000 millones de euros, recorte de costes y una reducción de personal que puede llegar al 15% de la plantilla en España.