La situación política en Cataluña está teniendo ya sus primeras consecuencias económicas. Por lo que parece, los inversores están muy pendientes de lo que ocurre en el Parlament autonómico y la prima de riesgo catalana ha tocado nuevos máximos.
La tensión vuelve a reflejarse en el mercado de deuda y la prima roza ya los 300 puntos básicos, el triple de la española.
Los gestores internacionales de fondos empiezan a ver con temor el proceso soberanista y alertan ya a sus clientes "del incremento de las tensiones políticas" que se van a vivir durante este mes en Cataluña.