La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reiteró este lunes que llevarán los tipos de interés en la eurozona a "niveles suficientemente restrictivos" para lograr que la inflación baje a tiempo a su objetivo del 2 %, y que estos se mantendrán en esas cotas "tanto tiempo como sea necesario".
La decisión sobre el rumbo de los tipos de interés se tomará en función de las perspectivas de inflación, las dinámicas de la inflación subyacente y la fortaleza con que se transmite su política monetaria a la economía real, señaló Lagarde en su segunda audiencia del año con la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara.
"Los últimos datos disponibles sugieren que los indicadores de las presiones de inflación subyacente siguen siendo altos y, aunque algunos muestran signos de moderación, no hay pruebas claras de que la inflación subyacente haya tocado techo", aseveró.
En mayo la tasa de inflación general de la eurozona bajó en nueve décimas, hasta el 6,1 % interanual, mientras que la subyacente -que excluye el efecto de energía, alimentos frescos, alcohol y tabaco- se redujo en tres décimas, hasta el 5,3 %, según recordó Lagarde.
Sin embargo, señaló, sigue habiendo presiones al alza derivadas de los pasados costes de la energía y cuellos de botella en los suministros, al tiempo que ha aumentado la presión de los salarios y en algunos sectores las empresas han logrado incrementar sus márgenes de beneficios.
Lagarde incidió en que durante 2022, compañías de sectores como agricultura, hostelería y restauración, transporte y construcción lograron trasladar el aumento de costes a los clientes manteniendo sus márgenes de beneficios y consideró "pertinente" que las autoridades de competencia estudien si fueron incrementos "legítimos" o fruto de "prácticas concertadas".
"Estamos totalmente comprometidos con luchar contra la inflación y determinados a lograr su retorno a tiempo a nuestro objetivo a medio plazo del 2 %", dijo Lagarde, quien incidió en que el aumento de precios afecta en mayor medida a las rentas más bajas.
La presidenta del BCE defendió que las subidas de tipos de interés que ha aplicado la institución desde julio pasado se están trasladando "con fuerza" a las condiciones de financiación de hogares y empresas, como muestran las subidas de los tipos de interés de los préstamos y la caída del volumen de crédito, y que los "efectos totales" de la política monetaria "están empezando a materializarse".
El BCE comenzó a subir los tipos de interés en julio de 2022 y desde entonces los ha incrementado en siete ocasiones consecutivas, hasta el 3,75 %. En su última reunión, el 4 de mayo, redujo el ritmo de las subidas, al aplicar un incremento de 25 puntos básicos, frente a los 50 puntos de las ocasiones anteriores.
En ese encuentro, el consejo de gobierno del BCE anunció también que en julio interrumpiría la reinversión de los réditos derivados de su programa de compra de deuda y, si bien no quiso anticipar la decisión que tome este órgano en su próxima reunión, Lagarde dijo que "hay una muy alta probabilidad" de que el BCE sencillamente pare "toda reinversión".
Ante la Eurocámara, Lagarde llamó asimismo a los gobiernos europeos a retirar las medidas de apoyo que adoptaron para hacer frente a la crisis energética, ahora que se está disipando, de manera "rápida" y "concertada" para evitar impulsar las presiones inflacionarias a medio plazo, que requerirían "una respuesta más fuerte de política monetaria".
Recordó que solo entre el 10 % y 15 % de las ayudas adoptadas por los Estados son temporales, específicas y a medida, como lleva meses pidiendo la institución, y llamó a retirar "ahora" todas aquellas medidas que no se centren los más vulnerables.
"Si esto no ocurre (...) estaríamos alimentando con una mano lo que intentamos reducir con la otra y requeriría que tomásemos medidas más duras", insistió.
En paralelo, el Parlamento Europeo y del BCE firmaron hoy un nuevo acuerdo de trabajo que busca reforzar la transparencia y rendición de cuentas del emisor ante la Eurocámara.