El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, cree que la tasa de paro podría reducirse hasta el entorno del 20% a finales de 2016 si se mantiene la evolución de los últimos 18 meses. Así lo ha señalado este martes durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso para informar el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016.
Según Linde, "la mayor flexibilidad con que cuentan las empresas para ajustar sus condiciones laborales al entorno macroeconómico y competitivo ha facilitado, sin duda, la creación de nuevos puestos de trabajo". "De mantenerse la dinámica observada durante el último año y medio, el incremento del empleo podría situar la tasa de paro en el entorno del 20% en el cuarto trimestre de 2016", ha añadido. Según las previsiones del Gobierno, la cifra de desempleo debería quedar en el 19,7% cuando concluya el próximo ejercicio.
Linde ve "factibles" las previsiones planteadas por el Gobierno en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016, a pesar de que difieren de las del propio supervisor. En concreto, el Ejecutivo de Mariano Rajoy estima que la economía crecerá un 3,3% este año y un 3% el próximo, con una recuperación de la inflación de entorno al 1,1%, lo que elevaría el PIB nominal un 4%. Un escenario "similar en tasas y composición" al previsto por el Banco de España y al consenso de los analistas.
Junto a esto, Linde considera "razonable" prever que la coyuntura cíclica y la reducción de los tipos de interés de la deuda pública tengan "un efecto directo positivo" sobre las cuentas públicas, aunque advierte de que "eventuales desviaciones a la baja en el crecimiento o un encarecimiento de los costes de financiación dificultarían y harían más exigente el proceso de consolidación fiscal". Un proceso que pasa por cerrar 2015 con un déficit del 4,2% para quedar por debajo del 3% el año que viene (2,8%), a la par que se disminuye la ratio de deuda pública sobre PIB al 98,2% en el próximo ejercicio, por primera vez desde 2007, tras cerrar este año en el 98,7%.
A juicio de Linde, se pueden conseguir estos objetivos y además sin grandes reducciones del gasto. "La revisión al alza de las perspectivas de crecimiento de la economía española implica que el esfuerzo presupuestario requerido para avanzaren en el proceso de consolidación fiscal, medido por la variación del saldo estructural primario, será muy reducido", ha precisado.
Un ajuste del déficit que provendrá, fundamentalmente, de la reducción de la carga de los intereses de la deuda y del gasto público --sobre todo del gasto corriente en bienes y servicios--, que superará al incremento del 1% en el salario de los funcionarios, a la devolución de la mitad de la paga extra eliminada en 2012 y al establecimiento de una tasa de reposición general del 50%, que llega al 100% en algunos sectores.
También compensará el crecimiento del 2,8% previsto en el gasto de la Seguridad Social en las pensiones, que se produce pese a que la revalorización estará limitada al 0,25% por el aumento de jubilados y el efecto sustitución. Por contra, el gasto en prestaciones de desempleo se reducirá por "la caída del paro y de la tasa de cobertura" que se "compensa parcialmente", según Linde, por el paso de muchos desempleados al sistema asistencial.
En cuanto a la aplicación de la segunda fase de la reforma fiscal el año próximo, Linde confía en que se verá compensada por un incremento de la recaudación por la mayor actividad económica, aunque reconoce que las previsiones del Gobierno --+6,2% de ingresos tributarios respecto del avance de la liquidación de este año y +6,6% en cotizaciones-- supondrá una "respuesta a la evolución de la actividad superior a la observada históricamente".
"La incertidumbre que rodea habitualmente a las estimaciones del impacto de los cambios impositivos, máxime en momentos de oscilaciones cíclicas acusadas, exigirá efectuar en lo que queda de este año y en 2016 un seguimiento de la recaudación que permita identificar riesgos de desviación y reaccionar a tiempo para impedir que éstos se materialicen", ha recomendado.
No obstante, Linde también ha recordado que hay que esperar a octubre, cuando todas las administraciones públicas tengan aprobados sus presupuestos, para poder realizar un "análisis completo" de las previsiones presupuestarias y del posible cumplimiento de los objetivos macroeconómicos, dado que las comunidades autónomas concentran hasta el 40% del gasto público por lo que sus ahorros son fundamentales para reducir el déficit.
En cualquier caso, el gobernador considera que cumplir los compromisos de consolidación fiscal "sigue siendo la mejor ancla para preservar la credibilidad y para asegurar la estabilización del nivel de endeudamiento público y, posteriormente, su reducción", y recuerda que la Ley de Estabilidad Presupuestaria da instrumentos al Ejecutivo para lograr que todos los niveles de la administración se atengan a los objetivos marcados.