El Gobierno prepara una subida de impuestos para cumplir con los requisitos de Bruselas. Una serie de subidas que se empezarán a hacer efectivas en los próximos meses, con ámbitos variados que van desde el patrimonio hasta el nuevo impuesto al depósito de residuos en vertederos.
Impuesto de plásticos y residuos
Precisamente, este último se suma a un incremento impositivo por plásticos que comenzará a mitad de 2021. El ya mencionado es el gravamen al depósito de residuos en vertederos o incineración.
Sucesiones, patrimonio y circulación
El impuesto de sucesiones y patrimonio también iguala la subida en todas las comunidades autónomas, mientras que el nuevo gravamen de matriculación, circulación y el de los gases como el aire acondicionado entra en escena en menos de un año.
Nueva subida al diésel
Ya en 2023, llegará el nuevo impuesto al diésel. Dicho incremento se incluía en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, aunque finalmente se retiró durante su tramitación.
Peajes en las carreteras españolas
Un año más tarde, el Gobierno planea el cobro por el uso de las carreteras en España. Una medida que ha levantado mucha polémica y que, según señalan desde el Ejecutivo, supone un sistema "escalable y progresivo": que se cobre inicialmente solo en autovías y que se extienda de forma progresiva a otras redes, con la posibilidad de que cualquier carretera pueda ser de peaje.
El Gobierno señaló que se trataría de unas tarifas "asumibles" para garantizar la financiación de las redes de carreteras de nuestro país debido a su "abultado" déficit. La estructura precisa para implantar este sistema para su uso a nivel nacional podría estar lista en dos o tres años.
Tasa 'Google' y tasa 'Tobin'
En fechas más próximas, se encuentra el nuevo gravamen por el transporte aéreo, debido a su contaminación. Además, este verano entran en vigor las tasas 'Google' y 'Tobin': la primera prevé ingresos anuales de unos 3 millones de euros por varios servicios en línea -publicidad, metadatos, intermediación o venta de datos-; con la segunda se espera ingresar unos 850 millones anuales al imponer un 0,2% por la compraventa de acciones de firmas españolas con capitalización superior a los 1.000 millones de euros.
Todas estas subidas irán acompañadas de una rebaja de bonificaciones fiscales en el IRPF, el IVA, impuestos especiales o los planes de pensiones.