El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha rechazado los presupuestos para 2023 porque sitúan la presión fiscal a las empresas en niveles máximos y porque son expansivos, inflacionistas y se basan en cifras poco creíbles tanto de ingresos como de gastos.
El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, y el director general, Gregorio Izquierdo, han destacado en una rueda de prensa que, en un contexto de desaceleración económica y de incrementos de todos los costes empresariales, es un error aumentar también los costes fiscales, porque va a lastrar la competitividad y el empleo, que no descartan que se contraiga en 2023.
Considera que estas cuentas no son las que necesita España para crear empleo en un momento de ralentización económica y de endurecimiento de las condiciones financieras. En su opinión, habría que poner el foco en ayudar realmente a las clases necesitadas y consolidar las cuentas públicas vía eficiencia del gasto público.
Presupuestos cortoplacistas
De acuerdo con el informe presentado este lunes por el IEE, la presión fiscal general alcanzará el máximo del 42,5 % del PIB en 2023, mientras que la presión fiscal empresarial se situará por encima del 11 % del PIB, superior al 10,3 % de niveles prepandemia y por encima de la media de la Unión Europea (UE) que es inferior al 10 %.
En opinión del instituto, los presupuestos son cortoplacistas, sobrestiman los ingresos públicos, infravaloran los gastos y no contienen una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo a pesar de un contexto en que las condiciones financieras empeorarán por la subida de los tipos de interés.
A ello se suman las tensiones geopolíticas por la guerra en Ucrania, las restricciones de suministro de gas a Europa y los problemas en las cadenas de suministro que aún no se han solucionado, con lo que "de manera muy probable" el crecimiento económico se quedará en 2023 muy por debajo del 2,1 % que prevé el Gobierno.
En este escenario, "se sigue confiando en una fortaleza excepcional de los ingresos, que aumentan, no solo por el efecto de la inflación, sino también por medidas discrecionales de aumentos impositivos", según el IEE.
De esta forma, se "refuerza la dinámica de la inflación de la economía española", ya que partidas como las pensiones y los sueldos públicos están indexadas a la evolución de la inflación, lo que "ejerce una mayor presión sobre la inflación a través de los efectos de segunda ronda y restan eficacia a las medidas adoptadas para la contención de los precios".