La ministra de Sanidad, Mónica García, ha abierto este sábado la puerta a negociar con el departamento de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la propuesta de baja laboral flexible del Gobierno porque considera que "hay una parte que tiene que ver con la defensa de la recuperación y de los derechos de los trabajadores".
"El acto médico de la baja médica no lo van a decir las empresas o Garamendi", ha asegurado en declaraciones ante los medios de comunicación durante un evento organizado por Más Madrid en la capital para añadir que existen ocasiones en la que los médicos consideran que la recuperación al trabajo tiene que ser paulatina, por lo que podría existir "una medida intermedia".
Sin embargo, García ha aseverado que una baja "no puede ser una herramienta de supuesta flexibilidad y voluntariedad" porque, avisa, podrían terminar viéndose "coacciones de las empresas" para que haya altas voluntarias de manera que los trabajadores vuelvan a sus empleos "antes de tiempo, redundando en un mal pronóstico de su salud".
De esta manera, la líder de Más Madrid se alinea con la posición de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien pedía este pasado viernes "no jugar" con la salud de los trabajadores.
La idea sobre la mesa de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, contempla modificar la regulación para hacerla más flexible, como se ha hecho con la compatibilidad de trabajo y pensión en el último acuerdo de pensiones.