La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado este jueves que el Gobierno sigue dialogando con los grupos políticos de cara a negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025, y ha indicado que cuando haya una "ventana de oportunidad" para presentarlos y un "esqueleto" pactado con las fuerzas políticas que "habitualmente apoyan" al Ejecutivo, llevarán el proyecto de ley al Congreso de los Diputados.
Si son los de 2025, perfecto
Montero ha afirmado, durante la rueda de prensa para informar sobre los datos de ejecución presupuestaria de 2024, que desde el Ministerio de Hacienda "no dan ningún valor por perdido" y que su compromiso es presentar las cuentas públicas. "Si son los de 2025, perfecto", ha reiterado.
Dicho esto, ha salido al paso de las críticas que está recibiendo el Gobierno por no presentar los Presupuestos y ha recordado que ya aprobó y remitió a las Cortes la senda de estabilidad presupuestaria, primer paso para la aprobación de las cuentas y que fue rechazada por el PP y por otros grupos parlamentarios.
"Lo digo porque a algunos parece que se les ha olvidado. Pero es que el Gobierno de España, en tiempo y en forma, llevó el primer elemento que forma parte del proceso presupuestario, la senda de estabilidad. Algunos plantean que el Gobierno no cumple con sus obligaciones, que los trámites presupuestarios no se cumplen, pero el Gobierno llevó la senda de estabilidad y el Partido Popular tumbó la senda de estabilidad", ha subrayado la ministra.
Asimismo, ha lamentado que fuera rechazada por el PP aunque proporcionaba 4.500 millones de euros más tanto a comunidades autónomas como a ayuntamientos. "Se daban un tiro en el pie", ha afirmado.
Dice que la Constitución establece la posibilidad de prórroga de los Presupuestos
Montero ha recordado también que la Constitución establece la posibilidad de una prórroga de los Presupuestos, porque es "evidente" que las cuentas públicas y, sobre todo en un escenario de fragmentación parlamentaria, pueden verse no aprobadas, como ocurre en un buen número de comunidades autónomas.