En 2023, el salario medio anual de los hombres se situó en los 29.615 euros frente al de las mujeres que se coloca en los 24.758 euros, es un 19,6% menos, un porcentaje que refleja la brecha salarial real que hay en nuestro país entre hombres y mujeres. Es una diferencia salarial de 4.856 euros menos al año que cobran las mujeres respecto a los hombres.
Sin embargo, hay algunos sectores donde la brecha salarial es aún mucho mayor, llegando incluso a situarse en un 30% en actividades vinculadas al sector administrativo, profesiones científicas y técnicas, relacionadas con la sanidad y los servicios sociales, así como actividades financieras.
De hecho, la brecha salarial aumentó en 2023 más de medio punto, un 0,6% debido al incremento del salario medio de los hombres, por el mayor peso relativo de los hombres en sectores y ocupaciones que se han visto beneficiados por mayores incrementos salariales. En contraste con estas cifras, a día de hoy, una de cada cuatro mujeres gana igual o menos del SMI en términos de salario anual (1.184 euros brutos divididos en catorce pagas).
Un escenario que es producto de una realidad a la que se tienen que enfrentar la gran mayoría de las mujeres porque el cuidado de las personas dependientes, sean menores o personas mayores, sigue recayendo sobre ellas; hay 11 veces más mujeres trabajando a tiempo parcial por estos motivos, que hombres. 1,9 millones de mujeres no busca empleo porque está cuidando de sus hijos o de alguna persona mayor, de hecho, el informe elaborado por CC.OO estima que, sin el impacto de los cuidados, la brecha en la tasa de actividad entre hombres y mujeres prácticamente desaparecería.
La gran mayoría de las excedencias por cuidado de hijos en 2023 fueron asumidas por mujeres, un 87% mientras que en 2024 se contabilizaron 357 mil mujeres ocupadas a tiempo parcial por motivos de cuidados, frente a 33 mil hombres ocupados.
Se necesitarán 20 años para reducir la brecha salarial
CC.OO constata, que pese a que en los últimos años se ha ido avanzando mucho, a través de las diferentes políticas sociales que se han implementado, nos encontramos en un momento de cierto estancamiento. Y es que señala el sindicato que, aplicando las mismas medidas, tardaríamos por lo menos 20 años en conseguir la equiparación salarial y han recordado que las políticas que se han llevado a cabo hasta el día de hoy, han conseguido reducir la brecha salarial en 10 puntos.
En este sentido, Carolina Vidal, secretaria de mujeres, igualdad y condiciones de trabajo, ha explicado que uno de los principales motivos de esta diferencia salarial entre hombres y mujeres, recae en el hecho constatable que el peso de los cuidados familiares sigue recayendo en la mujer, y eso comporta, que no puedan percibir todos los complementos salariales, o mejoras que reciben los hombres. De hecho, una de las respuestas de CC.OO para abordar esta discriminación salarial pasa por incentivar la contratación de mujeres en sectores que han sido tradicionalmente masculinos, así como fomentar la igualdad de oportunidades en promociones y ascensos.
El secretario general de CC.OO, Unai Sordo, ha puesto el foco en cómo se producen, en muchos casos, la gran mayoría de sistemas de promoción profesional se producen en los espacios informales, criticando que muchas de las decisiones sobre quien asciende en un puesto de trabajo se producen fuera del trabajo, en un ambiente distendido, donde muchas mujeres quedan excluidas porque son ellas, por ejemplo, las que tienen que salir corriendo a recoger al niño del colegio. Algo, ha explicado Sordo, que debería corregir, objetivando los sistemas de promoción.
Apostar por una nueva ley de cuidados
CC.OO defiende que la brecha salarial entre hombres y mujeres ha dejado de estrecharse debido a que no se está abordando de forma adecuada unas políticas públicas que afronten el tema de los cuidados. Asegura, Unai Sordo, que los efectos para conducir estas medidas se están agotando, “no podemos resignarnos a tardar dos décadas en reducir la brecha salarial”. Y es que pese a reconocer, que siendo muy relevantes medidas como la subida del SMI o la reforma laboral, “pensamos que están agotadas y que toca abordar medidas adicionales si de verdad se quiere conseguir una reducción significativa en los próximos años”.
Por eso, el informe concluye que la discriminación laboral femenina debe resolverse a través de una redistribución del trabajo sobre los cuidados, puesto que esto dificulta en muchos casos, el acceso de todas las mujeres que lo desean al mercado laboral por la falta de servicios públicos destinados a la atención y cuidado de las personas más dependientes. De ahí, que reclamen la implementación de políticas públicas de cuidados por parte de la Administración para poner fin a la brecha laboral entre mujeres y hombres.