Se acerca una de las citas más esperadas del año: el Black Friday. Este 2021 se celebra el 26 de noviembre, una fecha que muchos ya tienen apuntada en sus calendarios. Los consumidores podrán comprar sus productos favoritos por unos precios más económicos, debido a las ofertas y descuentos que ofrecen la gran mayoría de tiendas, tanto físicas como online. Sin embargo, la crisis de contenedores y suministros amenaza la campaña del ‘Viernes Negro’.
A pesar de la mejora de la situación, la pandemia de coronavirus ha dejado una profunda brecha en el mercado. En esta recta final del año, con el Black Friday y la Navidad a la vuelta de la esquina, los efectos negativos se vuelven todavía más evidentes.
La falta de suministros y los problemas de logística son algunas de las cuestiones que más preocupan a las empresas. Esto ha provocado un aumento de los costes y, ante el incremento de la demanda en estas fechas, podría haber un retraso en las entregas. Por todo ello, se abre un gran interrogante: ¿habrá las mismas ofertas este Black Friday 2021 en comparación con años anteriores?
El coste del transporte marítimo se dispara
Gran parte de los productos que llegan a Europa proceden de Asia y vienen por mar. Sin embargo, con la llegada del coronavirus, el coste del transporte marítimo se ha incrementado. Y es que el precio de los fletes se ha disparado más que nunca. Por ejemplo, enviar un contenedor con mercancía en barco podía costar en 2020 (antes de la pandemia) menos de 2.000 dólares. En 2021 ya supera los 10.000 dólares.
Aunque este no es el único inconveniente. Muchas veces, aunque las empresas paguen los contenedores, cabe la posibilidad de que la mercancía no llegue al destino, al menos en el tiempo estimado. La puntualidad en el transporte marítimo ha pasado del 80% en 2019 al 30% en 2021. Esto se debe a que, actualmente, no existen barcos suficientes para atender a toda la demanda. Una situación que podría complicarse gravemente en las semanas próximas al Black Friday, en las que el consumismo está a la orden del día.
De hecho, los expertos advierten que quien no haya embarcado ya, no solo no llegará al ‘Viernes Negro’, sino que tampoco llegará a Navidad. A esto hay alternativas, como puede ser el transporte aéreo, aunque su coste es mucho más elevado.
Escasez de microchips y materias primas más caras
La escasez de microchips o el aumento del precio de las materias primas son otros de los efectos derivados de la crisis en la cadena de suministros. El último Informe trimestral de la economía española, publicado por el Banco de España, indica que el 22% de las empresas manufactureras del país se vieron obligadas a reducir su oferta el pasado mes de julio a causa de la falta de suministros (materiales o equipos).
La realidad es que todavía dependemos del gigante asiático en la mayoría de sectores, como el de la moda o la tecnología. Cualquier componente que se fabrique allí, repercutirá directamente en el producto final. Y eso es exactamente lo que está pasando. Sectores como el automovilístico y el tecnológico han tenido que parar su actividad, puesto que hay territorios que todavía no se han podido recuperar de los estragos de la pandemia.
No obstante, los grandes damnificados en estas fechas pueden ser los sectores estacionales, como el del juguete. Por un lado, se ha visto afectado por la escasez de microchips, ya que mucho de los artículos son electrónicos y necesitan de este elemento para realizar sus funciones. Por otro lado, el aumento de los costes en las materias primas también le está pasando factura. El acero, la madera o los plásticos han sufrido un incremento en su precio de entre el 40% y el 90%.
¿Habrá menos ofertas en el Black Friday 2021?
Ante esta situación, el consumidor se pregunta si habrá las mismas ofertas en este Black Friday 2021 o si, por el contrario, habrá menos e, incluso, se puede producir un aumento de los precios de los productos. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, explicó en una entrevista en Onda Cero que habrá perdidas en muchas empresas, pero no se debería traducir en un aumento de precios en el artículo final.
Se puede producir un aumento de los precios de los productos, pero no se debería traducir en un aumento sobre el precio final para el consumidor
Sin embargo, los más pesimistas consideran que sí puede haber un incremento del precio y que habrá menos ofertas en relación a años anteriores. Y eso en los mejores casos, puesto que aseguran que muchos de los productos se quedarán en el mar y no llegarán a las tiendas.
La estrategia de muchas empresas para llegar bien al Black Friday
Algunas empresas ya comenzaron a prepararse para lo que se venía. Para evitar los colapsos, han aumentado lo máximo posible el ‘stock’ o han realizado los pedidos con mayor antelación.
De momento, no se puede saber a ciencia cierta si estas medidas son suficientes para satisfacer a los consumidores durante este ‘Viernes Negro’, pero si las previsiones más negativas se cumplen, podría ser una catástrofe para el mercado de cara a la campaña de Navidad.