La economía española frenó más de lo esperado entre abril y junio del 0,7% al 0,5% y acusa ya la ralentización que sufre toda Europa.
En lo que va de año, el crecimiento se mantiene en el 2,3%, pero es también una décima menos que en el primer trimestre.
Las fortalezas vienen del consumo de los hogares y de la demanda exterior. Lo más preocupante, la inversión empresarial afectada por las incertidumbres políticas dentro y fuera del país.
Los expertos creen que nuestra economía aguanta mejor que el resto, según ha explicado el profesor del IE Business School, Rafael Campillón.
"Para el conjunto del año vamos a tener un crecimiento superior al 2,2%, probablemente del 2,4% o del 2,3%, pero estamos hablando de décimas", ha dicho.
Se resiente también el empleo. En un año se crearon 460.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. El aumento es del 2,5% pero son tres décimas menos que a comienzos de año.