Esta mañana se ha hecho pública la encuesta del CIS sobre fiscalidad y así, en trazo grueso, podríamos sacar dos titulares. En primer lugar, que los españoles pensamos que pagamos demasiados tributos para los servicios que recibimos. Y en segundo lugar, que no nos importaría pagar más si las prestaciones básicas fueran de una calidad mayor o estuvieran cubiertas para un mayor espectro de la población. Eso sí, 6 de cada 10 entrevistados cree que su contribución a las arcas públicas está muy por encima de la de otros.
Ya pagamos bastantes impuestos, más incluso que nuestros vecinos europeos, es la percepción que se impone entre los ciudadanos. El 53% de los españoles cree que paga demasiado y hay muchas desigualdades. Lo notamos sobre todo a la hora de comprarnos lo más caro: la casa o el coche; la mayoría no sabe ni para que los paga. El 57% cree que se beneficia poco de lo que paga, eso si, un 47% estaría dispuesto a pagar más para mejorar los servicios públicos.
De cara al nuevo gobierno se esperan subidas de impuestos. El proyecto de presupuestos que quedo en el cajón, habla de subirlos a las rentas más altas; subirselos a las empresas, bancos y petroleras, además de implantar una tasa a las transacciones financieras.
La opinión mayoritaria para el 90% es que existe mucho fraude fiscal y se hace poco esfuerzo para combatirlo. Detrás está la falta de honradez, los bajos salarios y el exceso de tributos.
El instituto de estudios económicos alerta que una subida de impuestos dañara la economía y acelerara la desaceleración el año que viene. Según la OCDE, en España la presión fiscal ya está por encima de la media de los países de la organización.