La patronal hotelera EXCELTUR hace meses que viene advirtiendo sobre el peligroso crecimiento de los apartamentos de nuestro país en algunas ciudades españolas, como Málaga o Madrid donde denuncian que no se están adoptando medidas concretas para conseguir frenar este tipo de oferta de alojamiento que acaba por tener una repercusión directa en el acceso a la vivienda, ya que hay zonas de estas ciudades en las que ya no se puede acceder a un alquiler o a una compra de un piso.
La Alianza para la excelencia turística ha hecho balance este martes al cierre de las vacaciones del verano, en el que España ha conseguido unas cifras económicas mejores de las esperadas, generando 77.156 millones de euros de actividad turística de julio a septiembre. El PIB turístico real estimado por EXCELTUR habría crecido un 4,8% en este tercer trimestre del año, marcando una tendencia a la normalización en anteriores ritmos exponenciales de crecimiento que se habían visto con anterioridad.
Estas buenas cifras de crecimiento se reflejan también en un nuevo aumento explosivo de la oferta de plazas en viviendas turísticas durante estos meses de verano. El total de las plazas existentes en las 25 principales ciudades españolas ha vuelto a crecer respecto al año pasado, hasta registrar la cifra de 388.453, frente a las más de 420.000 que presenta el turismo reglado.
Desde EXCELTUR, su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda, ha advertido que aquellos destinos que han conseguido ordenar y controlar razonablemente el crecimiento de estos pisos turísticos, como Palma de Mallorca, Barcelona o Pamplona, muestran una caída en sus volúmenes de plazas. En cambio hay otros destinos en los que se producen nuevos incrementos que se ponen al nivel o llegan a triplicar la oferta hotelera en estas ciudades, es el caso de Madrid, Málaga o Valencia. De hecho Zoreda, ha explicado que a día de hoy y tras un crecimiento sostenido en los últimos diez años, el número de plazas de estas viviendas turísticas ya iguala la oferta de plazas del sector hotelero.
Balance del verano y perspectivas para el último trimestre del año
Los meses de verano dejan en el sector turístico 77.156 millones de euros de actividad directa e indirecta, una cifra que supone un 4% más respecto al año anterior. Este crecimiento se traduce en la creación de 79.000 nuevos empleos más respecto al 2023, la mayoría de los cuáles son indefinidos. Desde EXCELTUR señalan que este crecimiento del empleo es debido sobre todo a la proliferación de hoteles de cuatro y cinco estrellas que han provocado una mayor contratación con el fin de ofrecer más servicios a los clientes.
La demanda extranjera continúa liderando el tirón de las ventas de las empresas turísticas españolas. Así aumenta una vez más el gasto medio por turista (4,8%) y especialmente el gasto medio diario (5,5%). Se mantienen los mercados tradicionales hacia los destinos de sol y playa, pese a la fuerte competencia de otros destinos mediterráneos y a la creciente presencia de los turistas de larga distancia en ciudades más icónicas. Así, las comunidades que registraron mayores incrementos fueron las islas y comunidades como Cataluña y la Comunidad Valenciana, junto a la Comunidad de Madrid.
En cambio, la demanda española estabiliza su comportamiento con unas cifras ligeramente inferiores al año pasado (desciende un 1,3%) y crecimientos más moderados del gasto (3,9%). Esta demanda nacional, en cambio ha tenido un mejor comportamiento durante el verano en lo que se refiere a los viajes al extranjero.
En cuanto a las perspectivas de los empresarios turísticos españoles para lo que queda de año, se detecta una gradual desestacionalización, consolidando la senda de normalización en los ritmos de crecimiento que se han ido detectando en los meses anteriores. Esto permite a la patronal revisar al alza sus estimaciones de actividad turística para el conjunto del año 2024 hasta los 207.929 millones de euros, gracias a un crecimiento real del 6%. De confirmarse esta previsión el turismo consolidaría la senda de recuperación iniciada hace dos años y la contribución al PIB de la economía española volvería a situarse en torno al 13,4%.
