Según ha informado la compañía en un comunicado, esta decisión reside en la "inseguridad jurídica" que se produciría en caso de que el Gobierno catalán decidiese proclamar unilateralmente la independencia de la región.
Por ello, Grupo Planeta considera necesario, llegado el caso, trasladar su sede social fuera de Cataluña "para proteger los intereses de sus accionistas, de sus empleados y del proyecto empresarial".
En cualquier caso, ha apuntado que el traslado del domicilio social no comportaría movimiento de empleados, ya que el grupo cuenta con sedes operativas en diversas ciudades de España.