El precio de la luz no había subido tanto desde que se introdujo la 'execpción ibérica' a mediados de junio. Esta excepción con respecto al resto de Europa se refiere a la decisión de España y Portugal de topar el precio del gas que se utiliza para generar energía.
Después de la adopción del nuevo modelo, el precio de la luz ha subido tres veces menos que en el resto de Europa. Sin embargo, el precio medio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista volverá a subir este miércoles hasta los 436,25 euros por megavatio hora (MWh), lo que lo convierte en el precio más alto desde hace unos dos meses según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).
El precio, que experimenta una subida del 19,4% desde el día anterior, es el resultado de sumar el promedio de la subasta en el mercado mayorista a la compensación que pagará la demanda a las centrales de ciclo combinado por la aplicación de la ‘excepción ibérica’ para topar el precio del gas que se utiliza para generar electricidad.
Se trata del segundo día consecutivo en el que se experimentan máximos desde que se utiliza el nuevo modelo, habiendo sido los 365,33 euros/MWh de este martes el precio máximo que se había pagado por la electricidad desde la llegada de la 'excepción ibérica'.
El precio máximo se registrará entre las 22.00 y las 23.00 horas, con 236,79 euros/MWh, mientras que el mínimo para la jornada, de 140,07 euros/MWh, se dará entre las 17.00 horas y las 18.00 horas.
A este precio medio de la luz en el mercado mayorista, denominado 'pool', hay que sumarle la compensación de 249,3 euros/MWh a las gasistas que tiene que ser abonada por los consumidores beneficiarios de la medida, los consumidores de la tarifa regulada (PVPC) o los que, a pesar de estar en el mercado libre, tienen una tarifa indexada.
La subida de precios se debe al anuncio de la compañía rusa Gazprom sobre cortar el suministro del gas a Alemania a partir del 31 de agosto durante tres días, debido la necesidad de ralizar un "servicio técnico de la única instalación de bombeo en funcionamiento". Mientras tanto, el Gobierno alemán declara que "no existen razones técnicas para una reducción de los envíos".
