La semana pasada, BBVA realizó una oferta de fusión al Banco Sabadell que fue rechazada por la entidad presidida por Josep Oliú al considerar que esta infravaloraba el proyecto del banco y sus perspectivas de crecimiento.
BBVA contraatacó el jueves lanzando una OPA hostil para hacerse con el banco al mismo precio que ofreció la semana anterior. Nuevamente, Banco Sabadell rechazó esta oferta pública de adquisición de acciones dirigida directamente a sus accionistas y se remitía al comunicado emitido cuando se realizó la primera oferta de fusión.
El Gobierno rechaza la OPA
Pero la OPA hostil no sólo cuenta con el rechazo del Banco Sabadell, sino con el del Gobierno central, varios gobiernos autonómicos, sindicatos y Foment del Treball. Mientras el BBVA habla de una oferta "extraordinariamente atractiva", la patronal catalana asegura que las grandes perdedoras serían las pymes.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se mostró en desacuerdo al decir que iba "en contra" de Alicante. Mientras, el presidente catalán, Pere Aragonès, aseguró que conllevaría un "daño irreparable" para la economía catalana.
"El Ejecutivo tiene la última palabra"
El Gobierno se opone "tanto en la forma como en el fondo" y considera que la operación "introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español".
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró que el Ejecutivo "tiene la última palabra a la hora de autorizarla", mientras la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya anunció este jueves que la vetarían.
"El Gobierno no va a autorizar esta operación porque entiende que conllevaría una excesiva concentración de riesgo y, por tanto, el procedimiento se irá acompañando hasta el final donde, insistimos, tenemos la última palabra", aseguró en declaraciones a los medios de comunicación.
¿Puede el Gobierno frenarla?
Pero, ¿es realmente así? ¿Puede el Gobierno frenar la OPA hostil del BBVA lanzada sobre el Banco Sabadell? Varias fuentes jurídicas consultadas por El Confidencial aseguran que antes de que llegue a manos del Gobierno, la operación tiene que seguir una serie de pasos.
Primero, debe contar con las autorizaciones de diversos organismos:
- Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
- Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
- Banco Central Europeo (BCE).
- Prudential Regulation Authority (PRA) de Reino Unido: el Banco Sabadell opera ahí mediante su filial TSB.
Después de que estos organismos hayan dado luz verde a la operación, es el turno de los accionistas a los que va dirigida la OPA, que tendrán que apoyarla. Se necesita el 'Sí' de al menos el 50,01% de los accionistas, así como "la aprobación del aumento del capital social por la Junta General de Accionistas de BBVA", se refleja en la noticia del citado medio.
¿Y en qué momento entra en juego el Gobierno? Según la Ley de Ordenación Bancaria, la intervención del Ejecutivo se produciría cuando el BBVA decidiera fusionar al Banco Sabadell después de comprarlo.
Fusión o compra
Según la norma, "corresponderá al Ministro de Economía y Competitividad autorizar las operaciones de fusión, escisión o cesión global o parcial de activos y pasivos en las que intervenga un banco, o cualquier acuerdo que tenga efectos económicos o jurídicos análogos a los anteriores".
Antes de autorizar o denegar la operación, el Gobierno tendrá que solicitar un informe al Banco de España, al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, "en los aspectos de su competencia".
La solicitud de autorización deberá ser resuelta "dentro de los seis meses siguientes a su recepción en la Secretaría General del Tesoro, o al momento en que se complete la documentación exigible y, en todo caso, dentro de los doce meses siguientes a su recepción". Cuando la solicitud no sea resuelta en el plazo anteriormente mencionado, "podrá entenderse desestimada".
Según la información que publica El Confidencial, la otra casuística que podría darse sería que el BBVA comprase el Banco Sabadell, pero no lo fusionase, sino que lo mantuviese como entidad independiente, como una filial del banco matriz. Es un procedimiento que ya se ha dado en otras ocasiones, como el caso de Santander y Banesto o el de Bankia y Liberbank, aunque "no es común que haya un proceso público tan largo".