En el último trimestre de 2024, la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, puso sobre la mesa las bajas laborales flexibles. Una normativa que el Gobierno tiene planeado que entre en vigor este mismo año -así lo explicó la propia Saiz hace unos días en una entrevista con Carlos Alsina en 'Más de uno'- y que grosso modo consiste en que en algunos casos los trabajadores puedan incorporarse a la actividad laboral, aunque estén de baja. Otra forma de llamarlo son las altas progresivas.
Sea como fuere, y a la espera de conocer más detalles sobre la norma, la Seguridad Social tiene la intención de abordar una reforma de la incapacidad laboral, debido a que los trabajadores que se encuentran en esta situación están alcanzando cifras récord año tras año. Un fenómeno que no ha dejado de crecer desde 2012 y que se ha disparado tras la pandemia de la Covid-19.
A la espera de finalizar el primer trimestre de 2025, los números vuelven a corroborar ese incremento con un nuevo récord. Los factores pueden ser, entre otros, el envejecimiento de la población o el deterioro del sistema público de salud.
Tal y como publica este jueves el diario El País, alrededor de 53,3 asalariados de cada 1.000 se acogieron a bajas no relacionadas con dolencias sufridas en el trabajo, también conocidas como contingencias comunes. Con datos de la Seguridad Social tratados por el propio rotativo, esta es la cifra más alta desde 2007. Por poner en contexto: en 2012 la prevalencia fue de 19,1 incapacidades cada 1.000; es decir, ha aumentado más de la mitad.
Una población envejecida
La edad media de la población en España se sitúa por encima de los 44,5 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una consecuencia directa de la pirámide de población regresiva que tiene el país por su baja natalidad y su aumento de la esperanza de vida.
Hablamos, pues, de una fuerza laboral envejecida. ¿Qué ocurre entonces? Que un trabajador, cuanto más mayor sea, más probabilidades tendrá de enfermar y, también, más lento o tardío será el proceso de recuperación. Según explica El País, "los trabajadores de 50 años o más son más del 35% del total. Más que nunca. Hace dos décadas eran el 19,6%".

Las listas de espera en la sanidad también influyen
Las listas de espera en sanidad para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades y lesiones también influyen en el aumento de bajas laborales.
Según datos del propio Ministerio de Sanidad, en 2023 se registró una lista de espera para operaciones quirúrgicas de más de 840.000 personas. Si se tienen en cuenta la media en días de espera, esta se sitúan en los 128 días.
Esto hace que si un trabajador tarda en ser diagnosticado y tratado, más tiempo pasa hasta que se pueda incorporar a su puesto de trabajo, por lo que las bajas se prolongan más en el tiempo.
Convenios laborales
María del Mar Crespí, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de las Islas Baleares, explica a El País que otro de los motivos que podría estar detrás de este aumento de bajas es que se ha incrementado la cantidad de convenios que complementan la incapacidad temporal por contingencias comunes.
Los datos que aporta el periódico son los siguientes: desde 2013 a 2024 los convenios que cumplen esta función han pasado del 70% al 78%. Y añade que también es importante la ley de 2022 que reforzó la nulidad de los despidos durante las bajas.