La marcha de Pablo Isla de Inditex el próximo 1 de abril de 2022 irá acompañada de una compensación que podría superar los 80 millones de euros. Esta cifra situaría a Isla en el podio de las salidas más caras de la historia empresarial española, teniendo en cuenta las acciones que ha recibido como remuneración.
Al adiós de Pablo Isla conllevaría el desembolso de 6,5 millones de euros. Su contrato contempla el pago del equivalente a dos anualidades de su salario fijo en caso de "dimisión motivada por determinadas causas". Además, el directivo no podrá trabajar para ninguna empresa de la competencia durante dos años.
Pablo Isla acumula en su plan de pensiones 9.025 millones de euros y tras su salida mantendrá el 100%. Isla tiene pendiente ejecutar más de 281.000 acciones que ha recibido en concepto de retribución, que estarían valoradas en 8 millones. Cuenta, además, con cerca de 2 millones de títulos de Inditex con un valor en Bolsa de 57 millones de euros.
El todavía presidente de Inditex se sitúa así en la lista de las salidas más caras de la historia empresarial española. Entre las diez mayores indemnizaciones, ocho pertenecen a la banca, y de esas ocho, cinco han correspondido a exdirectivos de Santander.
Las indemnizaciones más polémicas
Las indemnizaciones de Ángel Ron y Felipe Benjumea, expresidentes de Banco Popular y Abengoa figuran entre las más polémicas, ya que ambos dejaron a sus empresas al borde del abismo y se retiraron con cantidades millonarias. Ángel Ron abandonó el Banco Popular en 2016 tras 12 años como presidente con 12,8 millones de euros de indemnización pese a que dejó el banco quebrado y a sus más de 300.000 accionistas en la encrucijada. Santander compró después Popular por el valor simbólico de 1 euro.
Otra de las cifras polémicas fueron los 11,4 millones que se embolsó el fundador y expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, tras dejar a la empresa en una delicada situación que le obligó a acogerse al preconcurso de acreedores.
Unas de las últimas indemnizaciones otorgadas a directivos de primera fila destacan los de Fernando Abril-Martorell, cesado este mismo año como presidente de Indra y que recibió una indemnización de 6,1 millones.