El gigante surcoreano de la electrónica parará provisionalmente las ventas en varios países y ofrecerá a quienes adquirieron el Note 7 la posibilidad de reemplazar su terminal por otro modelo de forma temporal, explicó Koh Dong-jin, director de la división de telefonía móvil de la empresa, en una rueda de prensa.
"Es posible que los usuarios del Note 7 estén preocupados. Si se acercan al servicio técnico, tenemos un software para comprobar si hay problemas en el teléfono. Durante la revisión pueden utilizar un terminal de cualquiera de los otros modelos disponibles", afirmó el directivo.
Tras una investigación, Samsung Electronics ha concluido que las igniciones de los Galaxy Note 7 "fueron causadas por baterías defectuosas", según Koh.
El director de la división de telefonía móvil aseguró que en la investigación se detectaron 24 de estas baterías defectuosas en un total de un millón de terminales.
El Galaxy Note 7, un "phablet" de bordes curvos con lápiz óptico cuyas principales novedades son la resistencia total al agua y un escáner de iris ocular, se comercializa en mercados de todo el mundo desde el pasado 19 de agosto.
Desde entonces, varios usuarios denunciaron que durante la carga el terminal se había incendiado e incluso algunos subieron vídeos a la red para demostrarlo.
La llamada a revisión masiva, un caso sin precedentes desde que Samsung comenzó a comercializar dispositivos inteligentes en 2010, podría asestar un duro golpe a la empresa surcoreana, que recientemente había recuperado fuerza en el mercado tras perder la partida de la gama alta los pasados años en favor de Apple.