Las pensiones no contributivas son una prestación económica que concede el Estado a las personas que no han cotizado el tiempo suficiente o que no cumplen todos los requisitos para optar a una pensión contributiva. La cuantía depende del nivel de rentas y la situación familiar. Según estadísticas del IMSERSO, 444.000 personas reciben esta prestación cuyo importe máximo que pueden recibir de forma íntegra es de 484,61 euros mensuales como máximo y de 121,15 euros como mínimo.
Entre ellas, se encuentran:
- Por jubilación: jubilación ordinaria, jubilación anticipada por tener la condición de mutualista, jubilación anticipada sin tener la condición de mutualista, entre otras
- Por incapacidad permanente: total, absoluta y gran invalidez
- Por fallecimiento: viudedad, orfandad y en favor de familiares
Hay varias causas por las que se puede perder esta ayuda:
Superar los ingresos máximos
No recibir ingresos superiores a 5.899,60 euros al año. Si se forma parte de una unidad de convivencia de segundo grado de consanguinidad, el límite de ingresos pasa a 10.029,32 euros anuales si hay dos personas; 14.159,04 euros si son tres personas y 18.288,76 euros si son cuatro o más personas. En el caso de que un conviviente sea hijo o padre, la cifra límite pasa a 25.073,30 euros al año si son dos personas; 35.397,60 euros para tres personas y 45.271,90 euros si son cuatro o más personas.
No declarar los ingresos
Hya que declarar los ingresos familiares el primer trimestre del año. En caso de no declararlos se suspenderá la prestación que se reactivaría en caso de volver a informar sobre ellos.
No actualizar tu situación personal
Si hay cambios en tu situación personal hay que informarlas. Las actualizaciones que tienes que informar son el estado civil, la unidad de convivencia o el lugar de residencia.
Cambio de profesión
Si cambias de trabajo y superas el umbral mínimo de ingresos, automáticamente dejarás de percibir la prestación.
Los requisitos para acceder a la pensión no contributiva de jubilación son:
- Ser mayor de 65 años.
- No optar a una jubilación contributiva
- Carecer de rentas suficientes.
- Residir legalmente en España actualmente y durante los dos años anteriores a la solicitud.
- Haber residido en España durante 10 años desde la edad de 16 años hasta la fecha de la solicitud.
Por otro lado, en cuanto a las no contributivas de invalidez, las condiciones son:
- Tener entre 18 y 65 años.
- Tener un grado de discapacidad igual o superior al 65%.
- Carecer de rentas o ingresos suficientes.
- Haber residido legalmente en España, al menos, durante cinco años, de los cuales dos tienen que ser inmediatamente anteriores a la solicitud.