El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, forzó este viernes un receso en la reunión del Consejo Europeo que debate acordar alguna medida en materia energética, tras mostrar su enfado por filtraciones de la cumbre en la que se le acusa de estar dispuesto a vetar sus conclusiones.
Los líderes de la UE debaten durante la jornada la posibilidad de adoptar algunas soluciones para intentar frenar el incremento de los precios de la energía.
Sánchez ha venido reclamando esas soluciones conjuntas desde hace meses, pero tras constatar que no es posible que haya un acuerdo común que se aplique de forma inmediata, ha reclamado que se permitan medidas específicas para aplicar en la Península Ibérica al ser España y Portugal lo que se califica de una "isla energética".
Moncloa niega un veto de Sánchez
En medio del debate, que está siendo "intenso" según fuentes españolas, el presidente del Gobierno leyó un tuit de un periodista de France 24 en el que se le acusaba de estar dispuesto a vetar las conclusiones de la cumbre si no se atendía su demanda de controlar los precios.
Expresó su queja por el hecho de que haya filtraciones y se levantó de la mesa, lo que llevó al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a anunciar un parón técnico de la reunión.
Las fuentes españolas afirman que Sánchez está participando con ánimo "constructivo", "no ha vetado nada" y "se está batiendo el cobre" en defensa de su propuesta ya que considera que no puede acabar la cumbre sin que haya solución alguna.
Tras el receso, los líderes europeos han vuelto a la sala de la reunión, y, según fuentes comunitarias, están meditando el nuevo texto "muy activamente".
¿Qué pide Sánchez y por qué Alemania está en contra?
Fuentes de la reunión, al ser preguntadas por si se está valorando una solución específica para la Península Ibérica, como defienden el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su homólogo luso, António Costa, responden que se está buscando una solución que "encaje a todos".
Alemania y, especialmente, Países Bajos, siguen sin dar su brazo a torcer y advierten de que poner un límite al precio del gas en el mercado mayorista y compensar a las eléctricas la diferencia supondría distorsionar el mercado europeo de la electricidad.
Además, fuentes neerlandesas explican que crear un fondo que pague esas compensaciones a las eléctricas a nivel europeo podría derivar en que las capitales del bloque acaben financiando al gigante energético Gazprom.
España, por su parte, sigue trabajando "con actitud constructiva", apuntan fuentes de Moncloa, y busca convencer sobre la necesidad de adoptar las medidas que Sánchez ha llevado a la mesa de debate a Berlín, considerado el socio clave para que su aval anime al resto de escépticos.
La primera ronda de intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno se prolongó durante casi cinco horas y la reunión se suspendió para proseguir los trabajos a nivel técnico antes de que los líderes volvieran a la mesa poco antes de las 15.00 horas.