30.000 trabajadores de Renfe y de Adif están llamados a secundar una huelga a finales de mes, el 24 y 30 de noviembre, y a comienzos del que viene, justo antes del puente de la Constitución, el 1, 4 y 5 de diciembre. Los sindicatos confían en que "sea un éxito".
Los motivos de esta convocatoria los han explicado hoy en rueda de prensa todos los sindicatos que forman parte, tanto de Renfe como de Adif. El principal argumento sostiene que tanto el PSOE como Sumar han aprobado el traspaso del servicio de Rodalíes a Cataluña sin contar con los trabadores, algo que, según Andrés Rubio, presidente del comité de empresa de Renfe, significa que "la ambición política ha pasado por encima de los derechos de los trabajadores".
Los sindicatos se abren a negociar
Los sindicatos confirman que el lunes ya hubo un primer encuentro con el gobierno donde no encontraron las respuestas adecuadas al futuro de la plantilla. Pepa Páez, Secretaria General del sector ferroviario de CCOO, afirma que no se oponen "al traspaso, sino a que eso suponga una segregación de las empresas públicas", y añade "los trabajadores quieren seguir perteneciendo a las empresas" y eso es algo que todavía nadie lo ha confirmado. CCOO confirma que la negociación, en cualquier caso, se limitaría a la situación de los trabajadores, no a la de las infraestructuras cuyo traspaso, desde el punto de vista técnico, consideran inviable.