Solicitar una baja laboral en España será, a partir de ahora, un proceso más complejo debido a las nuevas medidas implementadas por la Seguridad Social. Este cambio se produce tras el análisis de las cifras del pasado año, que revelaron un número alarmante de solicitudes. Durante 2023, se registraron más de 8 millones de bajas laborales, lo que representó un gasto de 14 millones de euros para el Estado. Estas cifras han llevado al Gobierno a sospechar de la legitimidad de muchas de esas solicitudes, lo que ha motivado una reforma en los requisitos y procedimientos.
Digitalización
Uno de los pilares de esta reforma es la digitalización completa del proceso. Los partes de alta y baja se enviarán de forma telemática, eliminando la necesidad de que el trabajador entregue los documentos en persona a su empresa. Esta medida busca agilizar el trámite y evitar desplazamientos innecesarios, aunque también forma parte del esfuerzo por mejorar el control y la transparencia en la gestión de las bajas laborales.
Además, las empresas deberán informar a la Seguridad Social sobre las funciones específicas de los empleados que soliciten una baja. Este detalle será fundamental para que los evaluadores del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puedan determinar si el estado de salud del trabajador realmente le impide desempeñar sus tareas habituales. Este enfoque pretende reforzar la verificación de las bajas y garantizar que estas se concedan únicamente cuando estén plenamente justificadas.
Más evaluaciones médicas
Otro cambio significativo será el aumento de las evaluaciones médicas a las que deberán someterse los trabajadores durante el periodo de baja. Con esta medida, se busca ajustar la duración de las incapacidades al tiempo necesario para la recuperación, evitando ausencias prolongadas que puedan no estar justificadas. Sin embargo, esta mayor frecuencia en las revisiones genera cierta inquietud, ya que podría implicar la reincorporación al trabajo antes de una recuperación completa. Por ello, será clave que los médicos estimen con mayor precisión los plazos adecuados para cada caso.
La reforma también incluye un sistema que facilitará la comunicación directa entre las empresas y la Seguridad Social. Esto permitirá a las compañías conocer en tiempo real el estado de las bajas de sus empleados, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la gestión interna de las ausencias. Asimismo, se establece que será el médico quien enviará el informe correspondiente a la empresa, sustituyendo el procedimiento anterior en el que esta responsabilidad recaía en el trabajador.
Con estas modificaciones, el Gobierno persigue un doble objetivo: garantizar que las bajas laborales se ajusten a criterios de legitimidad y optimizar el uso de los recursos públicos.