El Gobierno ha dejado atrás las posturas maximalistas de la semana pasada, en las que la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz, llegó a dar un ultimátum a la CEOE si no se sumaba a negociar la reducción de la jornada laboral en nuestro país. Hoy hemos visto al ejecutivo mucho más conciliador, en especial, tras las palabras del Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en Más de Uno, que no daba un cerrojazo a las peticiones de la patronal en esta materia.
El Secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha sido el encargado de explicar en qué consiste la nueva propuesta del ministerio, que se basa en ofrecer mayor "flexibilidad" a las empresas para que éstas puedan aplicar la reducción de la jornada laboral, pero, al mismo tiempo, contar con cierta flexibilidad por si necesitan ampliar esa jornada. Algo que ocurre en la hostelería o en el campo, que son dos de los ejemplos que se han puesto hoy sobre la mesa.
En estos momentos, las empresas pueden distribuir irregularmente hasta un 10% de la jornada anual. Ahora, el objetivo, es que ese 10% quede referido a la jornada que tuvieran las empresas a la entrada en vigor de la norma. El Ejecutivo pretende introducir en la negociación, además, una agravante en forma de sanciones, en el caso de que las jornadas se alarguen de forma desproporcionada. Porque "las jornadas excesivas matan".
Ha sido una buena reunión
Joaquín Pérez Rey se ha mostrado satisfecho tras un encuentro en el que, además de los sindicatos, ha acudido la patronal y en el que "por primera vez" han ofrecido cuál es su propuesta para aplicar la reforma de la jornada laboral que se establece, de momento, en 38,5 horas a la semana, para este 2024, y en 37,5 horas en 2025. En este sentido, desde la CEOE se ha llegado a hablar de retrasar la aplicación hasta 2030, algo que, según el Secretario de Estado de Trabajo, entiende que es algo que se plantea en una negociación, pero, en ningún caso, como objetivo final.
Los sindicatos también están dispuestos a flexibilizar su postura
Tanto en el caso de UGT, como en el de CCOO, están dispuestos a negociar tanto la propuesta del Gobierno como de la patronal, pero con matices. "No estaremos nunca de acuerdo con la dilatación y el aplazamiento de la entrada en vigor de la reducción de jornada", aseveran. El lunes que viene habrá nueva reunión para intentar llegar a un acuerdo.
