Para el director de Uber, el tiempo mínimo de espera que piden los taxistas es "completamente inviable" porque "no se aplica en ninguna ciudad de Europa".
Galiardo asegura que el modelo de presión que ejerce el taxi en el VTC y los planes de regulación que se dan en Cataluña, se podrían dar también en la Comunidad de Madrid.
Establece que si se aprobase la regulación del tiempo mínimo de espera, cerrarían el servicio en Barcelona y dejarían a "3.000 conductores en Cataluña sin trabajo". Y esto conllevaría "retrasar la transición del modelo de movilidad en España muchos años".