De esta forma el escándalo en torno a las emisiones de gases contaminantes del fabricante de vehículos alemán deja de ser una cuestión de ciertos de motores diesel.
"Hoy se nos ha comunicado que 98.000 de esos vehículos son de gasolina", indicó el ministro en un pleno del Bundestag (cámara baja) ante una interpelación parlamentaria.
Dobrindt consideró "inaceptable" el que una empresa haya tomado medidas para falsear los datos de emisiones de gases contaminantes y aseguró que Volkswagen debe asumir su "responsabilidad" en todos los frentes derivados de este escándalo.
"Volkswagen tiene claramente la responsabilidad y la obligación de reparar los daños a los clientes", afirmó.
También explicó que su ministerio trabaja con el de Finanzas para resolver una de las derivadas de la información del martes de Volkswagen, cuando reconoció que, además de lo hasta ahora conocido, unos 800.000 vehículos del grupo tenían unos niveles de emisiones de C02 superiores a los teóricos.
En concreto, Dobrindt señaló que si los automóviles contaminan más de lo admitido, el impuesto de circulación también subiría, pero que están estudiando cómo hacer para que ese coste, que además sería retroactivo, no se exija a los conductores, sino a la empresa.
Asimismo aplaudió la iniciativa comunitaria para unos nuevos tests para vehículos y recalcó que Berlín aboga por la imposición de estándares internacionales de medición de gases.