Soria ha explicado que esta argumentación se la dieron ayer en una reunión que mantuvo con representantes de la cúpula directiva del Grupo, que ha reconocido que ha montado un programa informático en unos 11 millones de vehículos diésel de cinco de sus marcas (Volkswagen, Audi, Seat, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales) que, una vez activado, altera los datos de emisiones, como ha sucedido en Estados Unidos en cerca de medio millón de unidades.
El ministro ha indicado que, según le ha precisado Volkswagen, "el software instalado en estos motores tiene que ver con emisiones de óxido de nitrógeno, las famosas NOX, pero no tiene que ver en modo alguno con las de CO2".
"Esto es muy importante a los efectos de las ayudas que por planes de incentivos al vehículo eficiente se han dado. Esos planes tienen que ver con las emisiones de CO2 pero no con las NOX", ha insistido.
No obstante, el titular de Industria ha reiterado que, en todo caso, su departamento, junto con la Abogacía del Estado, está estudiando la devolución de esas ayudas.
De la reunión mantenida con el Grupo Volkswagen también ha salido el compromiso del fabricante de presentar, antes del 31 de octubre, a las autoridades nacionales de homologación un plan de acción para que, cuando esté aprobado, los compradores de vehículos afectados puedan llevarlos "coche por coche a sus respectivos concesionarios para que el grupo corra con absolutamente con todas las modificaciones técnicas" necesarias, ha informado Soria.
Volkswagen identificará para ello "por bastidor, coche a coche, cuáles son los que todavía están en España que han salido de la fábrica, pero que todavía no están vendidos", ha subrayado Soria.
El ministro ha cifrado -de acuerdo con los datos del Grupo alemán- en unos 6.000 vehículos los que están en esa situación.
Soria ha dado estas explicaciones durante un Consejo de Ministros de Competitividad de la Unión Europea (UE) que se celebra en Luxemburgo, donde se está abordando el caso Volkswagen.
El responsable de Industria va a pedir en el Consejo "medidas armonizadas a nivel comunitario" para hacer frente a este caso.
El objetivo que persigue es que se aprueben la realización de pruebas de emisiones de los vehículos no sólo en laboratorio, sino también en carretera, como ha anunciado Estados Unidos tras el caso Volkswagen .
"Ahora mismo en la UE, con el reglamento vigente, no tienen por qué coincidir las emisiones teóricas que se hacen en el banco de pruebas con las de carretera", ha lamentado el ministro.
Mientras, la Asociación Nacional de Vendedores (Ganvam) ha expresado su "preocupación" por la situación creada por el Grupo Volkswagen y su posible repercusión, al tiempo que ha manifestado su confianza en que el problema se resolverá positivamente para los profesionales y usuarios afectados.
La patronal asevera que Volkswagen, "al margen de los posibles errores cometidos y aceptados con plena sinceridad y responsabilidad", constituye una entidad "que merece un margen de confianza y un total respeto, ganados a pulso después de muchísimos años de actuación ejemplar en el sector".
Para Ganvam, no suponen ningún problema en materia de seguridad activa y pasiva para sus usuarios los 683.626 vehículos diésel que el Grupo Volkswagen ha identificado en España con el motor EA 189 que lleva el citado software.
"Pensamos que el Grupo Volkswagen responderá, como ya está anunciando, con plena efectividad ante los legítimos derechos de quienes se vean afectados", ha subrayado Ganvam.
Entre tanto, el despacho de abogados Legálitas ha advertido de que la reparación gratuita a la que se ha comprometido el Grupo Volkswagen con los afectados puede suponer tener que volver a pasar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV), perder parte del valor del coche o pagar más en los parquímetros de la ciudad de Madrid porque contamine más el automóvil.