El PP votará en contra de la nueva ley de vivienda y mantiene abierta la posibilidad de recurrirla ante el Tribunal Constitucional, mientras acusa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ser un "chollo para los okupas".
Así lo ha señalado este lunes en rueda de prensa el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, que ha acusado al Ejecutivo de dificultar y ralentizar con la nueva normativa el desahucio "de okupas e inquilinos que dejan de pagar".
El PP defiende que la ley es un "incentivo" a la okupación y que "obstaculiza" que los propietarios recuperen sus viviendas y como alternativa promete el desalojo de los okupas en 24 horas, endurecer las penas por okupar viviendas, asesoría gratuita a los propietarios afectados o unidades especializadas en las policías locales.
El partido de Alberto Núñez Feijóo diferencia además entre los casos de impago de alquileres o deudas hipotecarias fruto de la crisis, que necesitan de "ayudas eficaces", del "okupa caradura que se mete en tu vivienda".
Acusan los populares al Gobierno de Pedro Sánchez de no haber hecho nada en cinco años para resolver el problema de la vivienda y haber disparado ahora su "marcador" de promesas. Aseguran además que la nueva ley genera críticas y discrepancias en el seno del PSOE. Contrario también a topar el precio del alquiler, el PP votará en contra de la ley.
Recurso ante el Constitucional y críticas a Sánchez
Sobre un hipotético recurso ante el Tribunal Constitucional, inicialmente descartado, la formación apunta ahora que "todos los escenarios están abiertos".
A un mes de las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo, el PP ha sido además muy crítico con el presidente del Gobierno, al que acusa de dedicarse a la "gestión de promesas electorales" en vez de a la real cuando el Gobierno está "roto en tres partes" y las "encuestas no le favorecen".
Por otra parte, Sémper ha calificado de "lamentable" la "ausencia no justificada" del jefe del Ejecutivo en la entrega del Premio Cervantes 2022 al poeta y ensayista venezolano Rafael Cadenas, que consideran un "desprecio" cuando "era el día de dar la cara" y estar "a la altura de la institución".
