La crisis abierta en el Gobierno de coalición a cuenta del salario mínimo interprofesional continúa. Después de que el ala socialista impusiera que el SMI tribute el IRPF (tras subirlo de nuevo hasta los 1.148 euros mensuales) y en contra del criterio de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, los socialistas se muestran partidarios de alcanzar un acuerdo, aunque insisten en que hay que hacer pedagogía sobre la necesidad de pagar impuestos.
La ministra de Trabajo, por su parte, deja en manos del Ministerio de Hacienda aclarar si finalmente mantendrá el tope impositivo o lo subirá, como ha hecho en anteriores ocasiones.
En todo caso, la ministra ha defendido que tanto ella como su departamento han cumplido con su promesa y han hecho lo que les correspondía: subir el SMI, y delega las explicaciones sobre su tributación al ministerio competente.
Niega una nueva brecha en el Ejecutivo y asegura que "hay Gobierno para rato"
Díaz, que participaba en un foro sobre políticas sociales en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París, negó cualquier responsabilidad en la discusión que se ha generado entre los diferentes componentes del Ejecutivo sobre esa cuestión, pero insistió en que, en cualquier caso, "hay Gobierno para rato".
"Yo he hecho lo que tenía que hacer, que es mi competencia: subir el salario mínimo y ahora, desde luego, quedaremos, pues, a la espera de que el Ministerio competente aclare de una vez por todas cuál es la posición sobre esta materia", señaló en una comparecencia ante la prensa española.
Insistió en que, por lo que respecta a su departamento, no ha habido cambio de posición y que, en los cinco últimos años, una vez que Trabajo fijaba el SMI, Hacienda subía el tope del tipo impositivo para que los beneficiarios tuvieran exento en el impuesto sobre la renta la totalidad de su salario, algo que no ha ocurrido esta vez y de lo que se enteró por los medios de comunicación.
"Estamos", insistió, "a resultas de una legítima discusión en el Ministerio de Hacienda y estamos a la espera de que nos comuniquen su decisión".
Preguntada por si la escenificación de ayer en el Congreso entre ella y el presidente Pedro Sánchez muestra que el Gobierno no se va a romper, Díaz respondió que el Ejecutivo "goza de muy buena salud".
Y añadió que, aunque hay "muchas veces posiciones diferentes" entre el PSOE y Sumar, aprovechó para "dar una mala noticia a la derecha española de manera destacada: Hay Gobierno de coalición que va a seguir ganando derechos y mejorando la vida de la gente para rato (...) es decir, la gente puede estar tranquila".
El PSOE "desea" un acuerdo con Sumar, pero rechaza los discursos "antiimpuestos"
Mientras la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, guarda silencio, su compañera de partido, Enma López, considera que es "deseable" un acuerdo con Sumar después del choque entre los dos socios. No obstante, advierte que "ahora o en el futuro" el SMI tendrá que tributar.
"Los acuerdos siempre son deseables, pero también a mí me gustaría lanzar una reflexión: ¿por qué estamos en un discurso antiimpuestos? Creo que es importantísimo que hagamos esa pedagogía, porque, en algún punto, no sé si ahora o en el futuro, va a tener que tributar", ha defendido la secretaria de Política Económica del PSOE a la entrada de un acto de la fundación Avanza en el Círculo de Bellas Artes.