El Ministerio de Trabajo y Economía Social se reúne, a partir de las 11.00 horas de este lunes, con sindicatos y empresarios para tratar de cerrar un acuerdo sobre la subida del salario mínimo interprofesional que debe experimentar en este 2024 el salario mínimo interprofesional (SMI).
Esta renta mínima ha arrancado el año en 1.080 euros al mes por catorce pagas, la misma cuantía que en 2023, a la espera de la subida que decida finalmente aplicar el Gobierno como resultado de sus negociaciones con CCOO, UGT, CEOE y Cepyme.
Subida del SMI con efectos retroactivos
En todo caso, sea cual sea el incremento que se practique sobre el SMI para este nuevo ejercicio, tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.
"En cuanto regresemos del día de Reyes, convocaremos la mesa de diálogo social y el Gobierno de España, junto con los agentes sociales, seguiremos subiendo el salario mínimo para compensar las pérdidas de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores", señaló hace unos días la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
No sería la primera vez que la subida del SMI se aprueba una vez iniciado el ejercicio para su aplicación con efectos retroactivos. Ya ocurrió con el alza de 2023, cuando el Gobierno, con el apoyo de los sindicatos y el rechazo de los empresarios, aprobó a mediados de febrero subir el SMI un 8%, hasta los 1.080 euros mensuales, con efectos desde el 1 de enero de dicho ejercicio.
Sin acuerdo en 2023
Aunque las negociaciones para la subida del SMI de 2024 entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales arrancaron a primeros del pasado mes de diciembre, no se consiguió cerrar ningún acuerdo antes de final de año y ahora se va a intentar en los primeros compases del nuevo año.
La intención del Departamento que dirige Yolanda Díaz es que el pacto sea tripartito, pero podría suceder como en años pasados y contar con el rechazo de los empresarios o incluso de los sindicatos, que hasta ahora han venido apoyando los incrementos decididos por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Las cartas ya están sobre la mesa y son conocidas. Trabajo propuso antes de finalizar 2023 una subida del SMI del 4%, lo que situaría su cuantía en 1.123,2 euros al mes por catorce pagas, frente a los 1.080 euros de 2023.
CEOE y Cepyme, por su parte, han planteado subirlo un 3%, con la posibilidad de un 1% adicional si se desvía el IPC, en tanto que los sindicatos apuestan por un incremento del 5%, aunque aceptarían un 4% si las patronales se suman al acuerdo. Si no lo hacen, han avisado de que serán "más exigentes" y se irán por encima del 5%.
Además de proponer un alza del 4%, el Gobierno se comprometió a estudiar la posibilidad de establecer bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social para el sector del campo, una medida demandada por la CEOE, que pide concretamente que esta bonificación sea del 20%.
Los sindicatos no están de acuerdo con esta medida si no hay previamente un compromiso por parte de este sector de cumplir los convenios colectivos, de avanzar en la negociación colectiva y de cumplir con el SMI en aquellos convenios donde no se lleva.
La patronal también reclama indexar el SMI a los contratos públicos, una demanda que sí apoyan los sindicatos y que Trabajo ha trasladado a los ministerios competentes, aunque de momento sin éxito, pues Hacienda ha expresado ya su negativa.
"No somos competentes en esta materia, pero estamos dispuestos a trasladar esta petición a los ministerios competentes. Por tanto, hay margen para el acuerdo y esas concesiones administrativas que puedan ser revisadas, tengo el compromiso de trasladarlo a los otros ministerios", apuntó hace unas semanas la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.