En un discurso en la sede del partido, Iceta ha valorado de forma "positiva" el resultado de los socialistas en un "contexto de máxima polarización", tras "sufrir una traumática escisión" y ante la "competencia con fuerzas emergentes".
Con el 96,65 % escrutado, el PSC ha sumado en estos comicios 505.330 votos (12,72 %) y 16 escaños, el peor resultado de su historia en unas elecciones autonómicas desde 1980, aunque ha conseguido evitar que su caída fuera mayor de lo esperado con respecto a 2012, cuando logró 524.707 votos (14,43 %) y 20 escaños.
"Mantener la tercera plaza en el Parlament, con 16 diputados y un número de votos muy similar al obtenido en 2012 creemos que es todo un éxito", ha aseverado, recordando que se ha conseguido "remontar" una situación que "muchos definían como terminal" y con sondeos que les otorgaban "entre 8 o 9 diputados antes del verano".
Iceta ha "felicitado" a Junts pel Sí por su victoria en los comicios, pero les ha dejado claro que su resultado es "inferior" a los 71 que sumaron CiU y ERC en 2012, pero ahora tienen la "responsabilidad de gobernar". "Esperemos que lo hagan desde le respeto a la ley y a las otras opciones parlamentarias", ha dicho.
"El presidente Artur Mas convocó elecciones convencido de que habría una mayoría de catalanes a favor de la independencia. Contados los votos no es así -ha avisado-. Espero que Junts pel Sí sea plenamente conscientes. Los que planteaban estas elecciones como un plebiscito no han llegado al 50 % de los votos".
El dirigente ha hecho hincapié en que los "ciudadanos han hablado" y lo han hecho con una "altísima participación", un "máximo histórico" que ha celebrado Iceta, que también ha felicitado a Inés Arrimadas (Ciutadans) por su "importante" resultado (25 escaños).
Ante los máximos dirigentes del partido, algunos pocos militantes y los periodistas presentes, Iceta ha recalcado que su partido "mantendrá su discurso político en la etapa que se abre".
"No hay salida al problema de encaje entre Cataluña y el resto de España que no pase por el diálogo, negociación y pacto que hemos defendido. Estas elecciones deben ser leídas también adecuadamente en el conjunto de España: muchos catalanes no aceptan de ninguna de las maneras mantener la situación actual", ha afirmado.
Entre "la ruptura unilateral y el inmovilismo", ha defendido que hay "una mejor opción", ya que "solo abriendo el camino a una reforma federal se conseguirá dar la vuelta a esta situación. Los que piensan que se arreglará por sí solo y que con decir 'no' basta, se equivocan. Todos los que quieran trabajar por una solución justa y acordada pueden contar con el PSC".
Pese a evitar la debacle que auguran algunos sondeos, sobre todo tras las escisiones de las corrientes más catalanistas del partido y una fractura interna, fruto del proceso soberanista, que derivó en la súbita dimisión de Pere Navarro hace un año y medio, el PSC queda sin embargo lejos de sus mejores resultados en 2003 y 1999 -cuando superaron el millón de votos- o de cuando gobernaron la Generalitat al frente de los gobiernos tripartitos entre 2003 y 2010.