En un desayuno informativo, Rajoy también ha señalado que "cabe esperar" que a partir de ahora los independentistas catalanes asuman que pueden luchar por sus ideas "pero siempre dentro de la legalidad".
Y ha recalcado que sea cual sea el resultado de los comicios del 21 de diciembre, hay algo sobre lo que ya no se albergan dudas, y es que en España "se cumple la ley y así va a seguir siendo".
Rajoy ha admitido que la economía catalana, uno de los motores más "potentes" de la española, se ha "gripado" a causa del independentismo, y en todos los indicadores se han reflejado las consecuencias de la incertidumbre y la falta de seguridad que ha provocado el "procés".
Y en un discurso mayormente económico, ha subrayado que una de las "razones fundamentales" que llevaron a su Gobierno a aplicar el artículo 155 en Cataluña fue "poner fin al gravísimo deterioro económico" que la "desobediencia y la deslealtad del Gobierno de la Generalitat" estaba causando a Cataluña y, por extensión, al resto de España.
Rajoy ha advertido de que una vez celebradas las elecciones catalanas y "una vez instalados en la normalidad" y en la "seguridad que brindan las leyes", debe haber un esfuerzo por parte de "todos" para recuperar la confianza de los inversores en Cataluña y para "revertir cuanto antes las dramáticas consecuencias" de lo ocurrido en los últimos meses.
Y ha insistido en que si la situación "se normaliza definitivamente" en Cataluña y si el próximo Govern marca "una agenda distinta a la ruptura, el enfrentamiento y la ilegalidad", Cataluña y España "pueden protagonizar un salto adelante" y volver a crecer a niveles cercanos al 3 %.
En cualquier caso ha señalado que se ha demostrado que "la democracia funciona" y que la legalidad fue restituida "en cuestión de horas" y también se ha constatado la "calidad" de las leyes españolas y la solidez de sus instituciones.