Donald Trump se impuso a Hillary Clinton en las elecciones de 2016, pese a contar con menos votos que la candidata demócrata. El actual presidente logró la victoria en estados clave, los llamados 'swing states' que actuaron de bisagra y dieron un sorprendente triunfo a Trump.
Así, la victoria en territorios como Florida, Ohio, Pennsylvania, Michigan o Wisconsin lanzaron a Trump, que logró el apoyo de 30 estados.
El actual presidente logró 60.541.308 votos -un 47,3% del total-, mientras que Hillary Clinton obtuvo 61.318.162 votos -47,8% del total-. Así, con menos votos, Trump llegó a la Casa Blanca por el sistema del Colegio Electoral, que otorga a cada estado un número de los llamados votos electorales y que hace que cada territorio sea completamente diferente.
Para ser elegido presidente, es necesario alcanzar 270 votos electorales de los 538 que conforman el Colegio Electoral. En 2016, Trump llegó a 306 votos electorales por los 232 de Clinton.
El candidato republicano acabó con una holgura de 36 votos electorales sobre la mayoría necesaria para llegar a la Casa Blanca debido a su victoria en muchos estados, que están distribuidos de una manera muy diferente.
California, estado que se decanta para demócratas, es el territorio con más votos electorales (55), por los 3 de Alaska, Montana, Delaware, las dos Dakotas, Vermont, Wyoming o el Distrito de Columbia.
Texas (38), Nueva York y Florida (29), Pennsylvania (20), Illinois (20), Ohio (18), Georgia (16), Michigan (16) o Carolina del Norte (15) siguen a California en cuanto a zonas con más votos electorales asignados.
En cuanto a los 'swing states' no nombrados en la lista anterior y que serán claves para las elecciones por su cambio en la tendencia histórica del voto, se encuentran Wisconsin (10) o Arizona (11).