El ganador de las elecciones en Estados Unidos ya se está decidiendo: La gente está votando antes y como nunca
El miedo al coronavirus y a contagiarse provoca un tsunami de votos anticipados en persona y por correo a pesar de la campaña de Trump para deslegitimar este último.
El ganador de las elecciones en Estados Unidos se está decidiendo en estos momento y quizás está decidido ya porque a ocho días para las presidenciales del 3 de noviembre ya han votado un total de 59. 132.524 personas en los 50 estados de la nación donde se permite votar ya por persona y por correo.
En el año 2016, alrededor de 58. 300.000 estadounidenses votaron antes del 8 de noviembre de ese año cuando se celebraron los comicios presidenciales por lo que a fecha de hoy ya habido más ciudadanos que han ejercido su derecho al voto que hace cuatro años.
Hay muchos medios informativos como The Wall Street Journal, USA Today y los expertos del United States Election Project que anticipan que se puede superar el número de entre 150 a 155 millones de electores en las elecciones presidenciales. Una cifra que supondría un aumento de entre el 10,5 al 14 por 100 con respecto al 2016 cuando votaron en total unos 136 millones de norteamericanos.
En Nueva York, ayer por segundo día consecutivo y a pesar de temperaturas de solo cuatro grados centígrados, miles de neoyorquinos hicieron colas de hasta tres horas para votar en el Madison Square Garden, que presume de ser The World Most Famous Arena (el pabellón más famoso del mundo) y que se ha convertido en un inmenso colegio electoral. A lo largo de toda la ciudad, en Soho, Madison Avenue y Columbus Circle las colas de votantes fueron interminables…y eso que el resultado de las elecciones aquí es ya bien conocido y Joe Biden se llevará los 29 votos electorales de los neoyorquinos que votan en Manhattan o Brooklyn y los que lo hacen más al norte en Albany o en Rochester.
Pero si Nueva York no decidirá el ganador de la contienda sí lo harán los demócratas, republicanos e independientes de Florida, Pennsylvania, Michigan o Carolina del Norte donde el aumento de votantes por correo o los que ya se han pasado a depositar su voto en los colegios electorales se ha multiplicado en más de un 60 por 100 en muchas ciudades. Soportando colas de 10 horas para votar en Atlanta o chaparrones interminables en Miami la gente está votando antes y como nunca.
Lo que supone que ese voto ya no se puede cambiar por lo que cualquier cosa que hagan o digan Donald Trump y Biden desde ahora hasta el día D ya no cuenta. Incluida la campaña del presidente para deslegitimizar el voto por correo alegando que es un fraude, un amaño, un tongo, un gran robo y la única manera por la que puede perder las elecciones.
El coronavirus, principal causante de esta ola de votos anticipados
La principal razón de este tsunami de votos anticipados es el coronavirus y el miedo a infectarse. El deseo de quitarse de en medio la papeleta o la pesadez para muchos de votar ha llevado a millones de demócratas a votar antes escuchando a sus líderes que les previenen que tomen precauciones para protegerse de la pandemia. Pero también millones de partidarios de Trump han querido asegurarse que nadie manipula su voto y han votado ya en persona.
Según el prestigioso medio informativo politico.com lo que más preocupa a los republicanos es que los demócratas están movilizando a muchos electores new (nuevo) y low-frecuency (esporádicos que votan en unos comicios y en otros no) en estados como Arizona, Florida, Michigan, Georgia y Carolina del Norte.
Entre los votantes de 18 a 29 años, los que históricamente menos votan, las cifras de early voting son muy llamativas. Entre este grupo este año ya han votado en Florida 257.720 personas por 44.107 que lo hicieron en el 2016; en Carolina del Norte 204.986 frente 25.150; y en Michigan 145.201 por 7.572 que votaron anticipadamente hace cuatro años. Solo ellos saben el nombre del candidato que han marcado en su papeleta pero su presencia masiva puede dar un vuelvo a los resultados finales.
Y si se confirma que los demócratas llevan una decisiva ventaja entre los 59,1 millones de norteamericanos que ya han mandado por correo sus papeletas o que ya han votado en su colegio electoral Trump deberá ganar por 2-1 entre los 90 a 95 millones electores adicionales que se espera voten en las presidenciales. Especialmente en Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Pennsylvania y Florida donde se decidirá el ganador.
Y la campaña del presidente, sabe que eso es un desafío, aunque no imposible, inmenso.
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