Elecciones Estados Unidos 2020

¿Cuáles son los retos de Joe Biden si gana las elecciones de Estados Unidos?

Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, parte con ventaja según todas las encuestas para suceder a Donald Trump en el cargo. Estos son todos los retos a los que tendrá que hacer frente si consigue hacerse con el mandato para los próximos cuatro años.

- Elecciones EEUU: Votaciones, encuestas, resultados y última hora de Trump y Biden

Ángel Gonzalo

Madrid |

Joe Biden | EFE

Estados Unidos vive una jornada electoral marcada por la incertidumbre. Todas las encuestas dan como ganador a Joe Biden, pero tras lo sucedido hace cuatro años, cuando Donald Trump consiguió hacerse con la presidencia contra todo pronóstico, el mundo entero contiene la respiración hasta que se conozca definitivamente el resultado de las elecciones.

El candidato demócrata, a sus 77 años, y tras varios intentos fallidos de acceder a la carrera electoral por hacerse con el sillón presidencial de la Casa Blanca, se encuentra ante una gran oportunidad para poder ser el líder de los Estados Unidos durante los próximos 4 años. Las políticas llevadas a cabo por Donald Trump durante su presidencia, hacen que, en caso de alzarse con la victoria, Biden tenga ante sí una serie de retos que tendrá que abordar durante su mandato. Son los siguientes:

Recuperación sostenible

Trump puso el acento en 2016 en la recuperación de la economía a partir de un ambicioso programa de mejora de infraestructuras. El objetivo no se ha alcanzado y Joe Biden también apuesta por ello, aunque con el ingrediente añadido de las consecuencias del covid. Para hacer frente a esta situación propone una subida fiscal a los más ricos acompañada de un incremento del salario mínimo. El candidato demócrata quiere hacer compatible ese impulso con un compromiso sostenible acorde con los efectos del cambio climático, de los que Trump ha sido siempre un negacionista.

Socios y aliados

Una eventual victoria del aspirante demócrata volvería a situar la relación transatlántica en el nivel que mantuvo en las administraciones anteriores. No puede entenderse la política global sin una relación al máximo nivel entre Washington y la Unión Europea, que juntos acumulan el mayor mercado del planeta, además de compartir valores democráticos. Así mismo, Joe Biden en la Casa Blanca rebajaría la tensión con los aliados de la OTAN, a los que Donald Trump ha venido considerando casi como un grupo de naciones tacañas a merced del paraguas protector del Pentágono.

La fractura racial

Cuando Donald Trump tomó posesión el 20 de Noviembre de 2017 llamaba la atención que prácticamente todos los invitados a la ceremonia eran blancos. La brecha con los afroamericanos, alimentada en los últimos años por episodios de violencia policial, se ha visto ensanchada con la actitud de cierta complicidad que el todavía presidente ha mantenido con grupos supremacistas. Las credenciales que presenta Joe Biden no generan duda alguna, y así lo demuestra que su compañera de ticket electoral sea Kamala Harris, hija de padre jamaicano y de madre india tamil.

El patio trasero

Biden intentará reescribir el relato de Donald Trump desde que éste se metió de lleno en la campaña de 2016, demonizando a los mejicanos y, en general, a los inmigrantes latinos, a los que responsabilizo den propagar en territorio estadounidense las drogas, el crimen y las violaciones. De hecho, nada más conocerse el resultado electoral, se sucedieron las protestas en el centro histórico donde los mejicanos fundaron la ciudad de Los Angeles. Otro de los objetivos del demócrata sería recuperar el deshielo alcanzado con Cuba por la Administración entre 2014 y 2016, años en los que Biden ocupó la vicepresidencia del país.

Washington frente al mundo

Biden tendría también que aplicar correcciones en otros ámbitos de la confusa diplomacia que Trump ha puesto en práctica durante su cuatrienio, en la que destacan la guerra comercial con China, que no le ha impedido hacer negocios personales con el gigante asiático. A ello se añade la ruptura del tratado nuclear con Irán, respaldado por las grandes potencias internacionales, la alianza estratégica con Arabia Saudí, el flirteo con Putin y sus chantajes a Ucrania, la relación estrambótica con Corea del Norte o el respaldo sin ningún tipo ambages a los intereses de Israel, por poner sólo algunos ejemplos.

El valor institucional

Mientras Donald Trump llegaba a la política casi como un paracaidista, Joe Biden acumula una larga trayectoria de servidor público desde que entró en el Senado por el estado de Delaware en 1973. Ello le hace defender y respetar la división y el equilibrio de poderes de las instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales, a diferencia de Trump, quien en ningún momento ha tenido reparos en mezclar los intereses personales con las atribuciones y los límites que exige el cargo de presidente de la nación más poderosa del planeta.