Los participantes en el '7D: El Debate Decisivo' estarán de pie sin atriles, sino con un mueble accesorio donde podrán colocar el agua, papeles y habrá un pequeño taburete por si quieren descansar en algún momento de las dos horas de programa. El objetivo de esta puesta en escena es que los espectadores puedan ver completamente a los políticos y puedan valorar tanto su dialéctica como su expresión corporal.
Cuatro bloques sin cronómetro
El debate constará de cuatro grandes bloques, según ha informado Vicente Vallés, uno de sus moderadores. En primer lugar, se planteará una pregunta a cada participante cuyo orden se ha decidido por sorteo (Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Soraya Sáenz de Santamaría).
Después habrá dos bloques en el que los participantes hablarán alternativamente pero no con un orden preestablecido. Durante este tiempo, se hablará de economía y Estado del bienestar y de reformas institucionales. En este caso, los tiempos no estarán medidos, sino que serán los moderadores (Vallés y Ana Pastor) los que dirijan el ritmo del debate.
Para ello, contarán con el apoyo de Esther Vaquero, que estará en 'la sala del tiempo', donde se medirá la duración de todas las intervenciones para buscar un equilibrio entre todos los participantes.
Por último, cada candidato tendrá un minuto de intervención final, esta vez cronometrado, en el que cada participante podrá hablar de lo que quiera. Dada la importancia de esta última intervención, el orden también se ha determinado por sorteo: comenzará Sánchez, seguido de Santamaría, Rivera e Iglesias.
Modelo anglosajón
Ana Pastor ha explicado que el modelo en el que se han basado a la hora de desarrollar el formato del debate es el anglosajón y que ellos han sido los que han puesto las condiciones y los políticos las han aceptado.
Además de los cuatro bloques ya mencionados, entre las condiciones en las que estarán los participantes destaca que no podrán utilizar ningún dispositivo electrónico y que en las dos pausas de alrededor de seis minutos en las dos horas de programa sólo podrá entrar un asesor a hablar con ellos.
En este sentido, el público, compuesto por alrededor de 300 personas, será un mero testigo que no participará, ni siquiera con aplausos, y que tampoco podrá llevar teléfonos móviles.
En cuanto a las personas que participan en el debate, Pastor ha confesado que les hubiera gustado contar con la presencia de Mariano Rajoy, pero que se ha optado por que vaya otro representante del Gobierno para que defienda su gestión y reciba las críticas. "El debate no es absolutamente completo, pero es el más completo que va a haber en la campaña electoral", ha añadido Vallés.
Del mismo modo, se ha optado por que el debate sea a cuatro en lugar de a seis porque el CIS y los sondeos indican que estos partidos son los principales.