Celaá reivindicó la defensa de la tolerancia y la necesidad de "respetar todas las opiniones por muy opuestas que sean a la nuestra", y expresó la condena "formal" del Gobierno a todo intento de coartar la libertad de expresión, así como el rechazo a todo tipo de violencia o coacción. "Todos debemos poder expresarnos en libertad en cualquier lugar sin boicots ni presiones", afirmó.
Expresó a continuación su confianza en que la campaña electoral se desarrolle "sin alteraciones", dentro de las reglas de convivencia que garantiza y merece una democracia madura como la española, y para ello apeló a todas las fuerzas políticas para que fomenten en sus programas y discursos la tolerancia y las "buenas relaciones" entre todos los españoles. En política, como en la vida, dijo, "el ejemplo es fundamental", y pidió por ello "moderación, mesura, sentido común y racionalidad".
Sin embargo, preguntada por la denuncia de Ciudadanos ante la Fiscalía General del Estado por ese boicot en Rentería y la petición de que se investigue si Sortu y EH Bildu están "detrás" de ese despliegue, Celaá aseguró que el Gobierno no tiene "nada que decir", porque "quien se ha sentido ofendido" ya lo ha denunciado y "estaremos a lo que digan los tribunales". "Ha acudido con todo su derecho", precisó. Preguntada expresamente por ello, lamentó los "insultos" del líder del PP, Pablo Casado, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, le haya llamado "indecente", lo que, en su opinión, "no vale más que para crispar la campaña", algo en lo que el Gobierno ya va teniendo "cierta práctica" y que, "es curioso, siempre se produce por parte de los mismos". "Hay personas que practican el insulto y practican la crispación", lamentó.