Al menos quince 'escraches' o ataques a los partidos durante la campaña electoral , sobre todo a las derechas en el País Vasco y Cataluña
Los partidos han sufrido al menos 15 'escraches' o ataques a lo largo de estos quince días de campaña electoral, la mayor parte dirigentes de los partidos de las derechas, sobre todo Inés Arrimadas, que es quien más insultos ha recibido, pero también el PSC, el PSOE e Izquierda Unida.
El primero de ellos tuvo lugar el mismo día que daba inicio la campaña, el pasado 11 de abril, cuando la candidata del Partido Popular por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo se vio atrapada entre una multitud de estudiantes que intentaban impedirla que entrara en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde acudía a un acto en el que también estaba la candidata al Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundúa.
Estas coacciones a los candidatos siguieron el primer fin de semana de campaña con 'escraches' a los candidatos de Vox, Santiago Abascal y Ciudadanos, Albert Rivera, en el País Vasco. De hecho, este último partido presentó una denuncia en Fiscalía. El sábado 13, jóvenes radicales se concentraron contra Vox en Bilbao y hubo tres detenidos por desordenes públicos. Hubo empujones, patadas, puñetazos e insultos y manifestantes abertzales quitaron banderas españolas a los militantes del partido de Abascal, que tiraron al río Urumea.
El domingo 14, el 'escrache' le tocó a Cs en Rentería. Rivera y su equipo fueron recibidos en la plaza de los Fueros con lazos amarillos gigantes, pitos, caceroladas e insultos --hijos de puta, fascistas, fuera de aquí--. En el acto se produjo la intervención de Maite Pagaza relatanto que ese era el pueblo donde jugaba con su hermano, asesinado por ETA.
El mismo domingo 14, en Valladolid, manifestantes republicanos que se manifiestan cada 14 de abril increparon a la procesión de Las Palmas con una pitada al grito de "España, mañana, será republicana", provocando la indignación de los cofrades. Los populares denunciaron que en la protesta estaba presente Nacho Herrán, que trabaja en el Grupo Municipal Socialista dirigido por el alcalde, Óscar Puente.
El miércoles santo, la Policía Nacional contuvo a un centenar de manifestantes simpatizantes de Nicolás Maduro a la entrada de un acto de Vox en el recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife.
Al día siguiente, Jueves Santo, Inés Arrimadas fue la protagonista de dos incidentes. Uno en el pueblo de Puigdemont, Amer (Gerona), donde los vecinos limpiaron con lejía la plaza en la que tuvo lugar el acto electoral. "Desinfectamos, desinfectamos", decían junto a la estelada, la bandera independentista y presidida por un gran retrato del expresidente de la Generalitat de Cataluña bajo el lema "no te rindas".
Tras este hecho, la candidata de Ciudadanos por Barcelona fue increpada en la Plaza Mayor de Vic al grito de 'mala puta', 'puta España', 'fuera' o 'visca Terra Lliure'.
El domingo de resurrección se produjeron tres incidentes. El primero de ellos, en Coripe (Sevilla), donde los vecinos quemaron y dispararona un muñeco que simulaba ser Carles Puigdemont en la fiesta en la que cada año calcinan a un personaje que consideran negativo para la sociedad y que llaman 'Quema de Judas'.
Ese mismo día, Ciudadanos de la Comunidad Valenciana denunció el ataque vandálico "a navajazos" que había sufrido durante el fin de semana su carpa de campaña electoral instalada en la plaza de la Virgen de Valencia.
El tercer ataque lo volvieron a sufrir Inés Arrimadas, Maite Pagaza y el abogado del Estado Edmundo Ball, cuando unas 50 personas la gritaron 'fuera fascistas' durante una visita a Torroella de Montgrí (Girona) antes de un mitin de campaña y donde un concejal del partido naranja fue agredido hace meses.
El lunes de Pascual, el 22 de abril, aparecieron pintadas en las sedes del PSC y Cs en protesta por el acto de Coripe donde se había quemado a un muñeco de Puigdemont. En la sede de los socialistas catalanes las pintadas rezaban: "Coripe Arde Vergüenza" y "PSC calla, Iceta baila". Además, lanzaron huevos de pintura sobre la fachada y sobre el lazo morado del 8M que pendía sobre ella.
La sede de Ciudadanos en Barcelona también fue atacada con pintura amarilla que desconocidos habían arrojado sobre la puerta y en una foto de Albert Rivera.
El miércoles 24, los ataques fueron contra unos carteles publicitarios de Unidas Podemos y de Alberto Garzón, en Puebla de Almoradiel (Toledo), que aparecieron repletos de conejos muertos. Garzón lo interpretó como un mensaje fascista. "Así se pillen los pies en una trampa de caza los responsables de esta infame acción", añadió en un mensaje difundido a los militantes de la formación.
La sede de Vox en Madrid fue atacada en la madrugada del 25 de abril después de que alguien reventara los cristales de la fachada principal, aunque los atacantes no pudieron acceder al interior del edificio ya que las ventanas de la planta baja tienen rejas. Ese mismo día, también aparecieron vandalizadas con pintura roja las sedes de IU y PSOE en el madrileño barrio de Tetuán.