El Niño-Oscilación del Sur se caracteriza por la presencia de anomalías positivas (El Niño) o negativas (La Niña) de la temperatura de la superficie del mar del Pacífico tropical. Entre 2020 y 2022 hubo una La Niña activa y el año pasado tuvimos una transición a El Niño, sin embargo parece que este tiene sus días contados.
El fenómeno meteorológico de La Niña ocurre cuando las temperaturas del océano a lo largo de la mitad oriental del Pacífico tropical se enfrían y esa parte del mundo se seca. Sus episodios persisten entre nueve meses y dos años.
Acorde con las últimas previsiones del Centro de Predicción Climática de la NOAA, se cree que dentro de poco habrá una rápida transición de El Niño de cara a abril-junio, con un índice de probabilidad en torno al 80%. Por ello, los expertos creen que La Niña llegará a lo largo de este verano.
Después de agosto es cuando se impondrán claramente sus efectos. Suele comenzar coincidiendo con el verano boreal, alcanza su apogeo a finales de año y se debilita a mediados del siguiente.
Efectos de La Niña en España
Mientras que algunos expertos apuntan a que durante la fase de La Niña el tiempo es más seco y estable en la península durante los meses otoñales a excepción de la fachada mediterránea y noreste. Otros consideran que aumentan las danas, por lo que los inviernos serían más fríos de lo normal y ligeramente más húmedos o incluso que habría más sequías en la vertiente mediterránea.
A pesar de todas las teorías que se barajan, lo ciertos es que no hay unanimidad sobre sus efectos en España, ya que su señal llega muy debilitada, especialmente a la vertiente mediterránea. Pero, este efecto a consecuencia del cambio climático, se está viendo alterado por lo que la incertidumbre ha aumentado más.
