El riesgo de infecciones por las inundaciones torrenciales que ha causado la Dana es "relativamente bajo", pero se incrementa a medida que pasan las horas y los días y es necesario que tanto los afectados, como los voluntarios y los servicios de emergencia, adopten medidas de prevención durante la limpieza de los lodos.
Así lo asegura a EFE Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, quien resalta la importancia de lanzar avisos a la población para que se tomen las medidas necesarias durante las labores de limpieza y se evite que niños, embarazadas, mayores con algún tipo de patología y personas con problemas respiratorios, como asma, participen en esos trabajos.
Aún queda mucha agua estancada, y no solo en la calle, sino también en garajes, en bajos de viviendas, locales comerciales... La inhalación de aerosoles por el contacto con la suciedad y con el barro o las heridas que pueden producirse, puede poner en una "situación de salud comprometida" a esos grupos de riesgo, señala Rivas.
Para aquellos que participan en la limpieza, este microbiólogo les pide que a ser posible se protejan la boca, la nariz y los ojos para evitar ese contacto con aerosoles y con todo "lo que pueda levantarse durante la limpieza", así como usar pantalones largos y camisas de manga larga, guantes y botas de goma para protegerse y evitar heridas.
Y recuerda que cuando hay catástrofes de este tipo, es posible que aparezcan infecciones gastrointestinales y respiratorias por la presencia de bacterias como virus, hongos o parásitos. No es descartable, por tanto, que puedan aparecer infecciones por bacterias como la campylobacter, la shigella, la salmonelosis o, incluso, la leptospirosis.
Rivas recuerda que nos encontramos en un país con campañas de vacunación y, por ello, es menos probable que pueda aparecer el tétanos por las heridas que se produzcan en la limpieza del barro.
Aún así, todas esas personas que sufran heridas deben estar pendientes por si en los próximos días les aparecen abscesos o forúnculos que pueden ser debidos a infecciones bacterianas, también normalmente por estreptococos o estafilococos.
Todos aquellos que han tenido un contacto con el barro y la suciedad, deben tener cuidado con otro grupo de bacterias, las aeromonas hydrophilas, que afecta a humanos, reptiles, peces o mamíferos y puede causar desde gastroenteritis hasta infecciones en tejidos blandos, añade el experto, porque el contacto permanente con esas bacteria puede causar, incluso, fascitis necrosante.
Cuidado con los alimentos que hayan estado en contacto con el agua
Y ojo con los alimentos que hayan entrado en contacto con el agua. No deben consumirse porque también puede acarrear infecciones, advierte Rivas, antes de subrayar que el barro y el agua pueden atraer a parásitos.
Para Rivas, la situación no es alarmante, pero es necesario acometer cuanto antes todas las limpiezas. "Que la gente lo tenga en cuenta", añade.
Este experto no se olvida de "desgracia añadida", y es que muchas de las personas desaparecidas quizá estén muertas. "Los cadáveres, tanto humanos como animales, causan contaminación de las aguas del suelo, con lo cual, a medida que pasan los días, si no se actúa con prontitud, con rapidez, pues los riesgos crecen", apostilla.
Reconoce que las labores son complicadas, también por la logística, pero insiste en que afrontar con prontitud la limpieza "es un factor que ayuda".
¿Y después de la limpieza del agua y el barro?
Rivas avisa de que los riesgos para la salud no acaban con la limpieza del agua y el barro. Luego "hay que ventilar, hay que abrir siempre que sea posible puertas, ventanas, retirar todo lo que haya sido mojado y secarlo muy bien. Evidentemente el agua estancada no puede estar ahí, hay que limpiar las paredes, los suelos. Hay que desinfectar por toda esa humedad que hay", recuerda.
Y como las temperaturas van a ser relativamente benignas, "es fácil que puedan aparecer, por ejemplo, hongos". Tampoco es sano "estar respirando ese ambiente, con lo cual es importante la ventilación y secar todo lo posible".
A los servicios de emergencia les recomienda que usen un equipo de protección adecuado, sobre todo cuando encuentren cadáveres. En esa situación, les recomienda evitar el contacto con los fluidos corporales.