El exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha calentado su declaración de mañana en el Supremo. Ante un grupo de periodistas en el Congreso, ha asegurado que afronta "tranquilo" su declaración judicial por el caso Koldo, en el que está siendo investigado por presuntos delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación.
Ábalos ha expresado su alivio por la oportunidad de testificar: "Tengo muchas ganas de hablar, ojalá lo hubiera conseguido antes". El exministro, ahora diputado del grupo mixto, ha defendido su inocencia y ha calificado las acusaciones en su contra como carentes de fundamento.
Las acusaciones de Aldama
Ábalos ha señalado que las declaraciones del empresario Víctor de Aldama, principal acusador en el caso, tienen como objetivo reducir su propia condena en un pacto con la Fiscalía. Según el exministro, Aldama presentó documentos como prueba, entre ellos fotocopias de los Presupuestos Generales del Estado y un contrato de compraventa de un piso en Cádiz, pero Ábalos asegura que estos carecen de validez.
"Ha salido de la cárcel por meterse con el Gobierno", ha señalado, denunciando lo que considera una "operación política" iniciada con una denuncia del PP de Madrid. Ábalos ha criticado que el empresario prometiera pruebas para obtener beneficios judiciales y cuestionó su credibilidad.
Aunque ha negado la mayoría de las acusaciones, Ábalos admitió que Aldama tuvo algún nivel de participación con su Ministerio. "Es verdad que colaboró", reconoce, aunque lo justifica por el contexto de la pandemia, cuando las opciones para obtener material sanitario eran limitadas. "Me fie de muchas personas", explicó, minimizando el papel de Aldama como intermediario.
Sobre el caso específico de las mascarillas, Ábalos insiste en que no hubo irregularidades: "Nuestro ministerio fue el más cuidadoso; nunca se pagó por adelantado".
En cuanto al contrato del piso en Cádiz mencionado por Aldama, Ábalos aseguró que se trató de un engaño. Según su versión, el inmueble estaba ocupado, lo que le llevó a cancelar el contrato y nunca llegó a recibir las llaves.
Preparado para declarar
El exministro ha expresado su molestia por el limitado tiempo para examinar la documentación remitida por el tribunal, pero afirma estar listo para declarar. "Estoy preparado", reiterando que no hay pruebas que respalden las acusaciones en su contra.
Con un tono crítico, Ábalos recalca que este caso refleja una "operación política" y asegura que cada vez más personas empiezan a comprender las motivaciones detrás de las acusaciones.
